Voces del Periodista Diario

Retoma Washington la “diplomacia de las cañoneras”

VOCES OPINIÓN Por: Lic. Mouris Salloum George.

Está en la lógica injerencista de Washington, fintar antes de tratar de justificar hechos consumados.

A finales de la semana pasada, anónimos “funcionarios de Inteligencia” filtraron a los medios de comunicación estadunidenses que Venezuela está al borde de un colapso “posiblemente violento”.

Por supuesto, la acotación en esa filtración advierte que “Washington tiene poca influencia o poder para incidir en ese asunto”. Diría un ranchero mexicano: Se está poniendo el guarache antes de espinarse.

Si de “incidir” se trata, en vida del Presidente Hugo Chávez, éste denunció repetidamente ante la ONU operaciones de desestabilización desde los Estados Unidos contra Venezuela, usando como mano de gato a poderosos empresarios locales alarmados e inconformes con las políticas populistas del gobierno bolivariano.

Con un erosionado Nicolás Maduro, todo indica que el ensayo ha entrado a su capítulo final cuando el Presidente ha lanzado la consigna de tomar fábricas de aquellos empresarios que han recurrido el boicot económico para derrocar al gobierno al través de un referéndum revocatorio, cuyas expectativas no se han concretado para el plazo inmediato.

Esa estrategia de Washington contra Venezuela corre pareja con la tentativa de procesamiento judicial a la ex presidenta argentina Cristina Fernández, acusándola de administración fraudulenta en operaciones con dólares a futuro.

Un juez federal se sacó esa carta de la manga cuando los argentinos se han declarado en resistencia contra el presidente Mauricio Macri, quien ha restaurado derechos a los especuladores con fondos “buitres” y, aunque ha rescatado el favor del Fondo Monetario Internacional (FMI) para reencauzar la economía, no cesa en su política de despidos que ya ha causado la pérdida de casi dos millones de empleos.

El esquema de la Casa Blanca se completa con el aval al golpe de Estado en Brasil, cuyo presidente suplente Michel Temer cumple con la misión de fracturar la frágil integración de  los países latinoamericanos, después de que, en principio, los gobiernos de Venezuela y El Salvador retiraron sus embajadores ante Brasilia.

No hace sentido advertir que, cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar. México ya está en la estacada y sólo resta que Donald Trump llegue a la Casa Blanca para que la faena se corone con oreja y rabo.

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