Voces del Periodista Diario

Orígenes y soportes de la economía criminal

La Piedra en el Zapato

Por Abraham García Ibarra

De nuestros apuntes reporteriles, rescatamos un revelador dato: Ya para la década de los setenta, algunas filiales locales del Colegio Nacional de Economistas (CNE), en análisis sólidamente sustentados, encontraron cierta grave anomalía: El Producto Interno Bruto (PIB) de algunos estados era superado de lejos por el flujo de masa circulante en efectivo en esos territorios.

Las fuentes consultadas por los investigadores del CNE fueron los periódicos estados de cuenta exhibidos por las sucursales del sistema de banca y crédito privado; el valor de la producción de la economía formal dominante, la captación fiscal de los gobiernos de los estados y, aleatoriamente, el ostentoso derroche en dólares de segmentos sociales emergentes.

En algunos casos, se llegó a la conclusión de que, solo los excedentes circulantes contantes y sonantes, eran superiores a los presupuestos ingresos y egresos de algunas las administraciones estales.

Nos consta que, por lo menos el gobernador de Sinaloa, Alfredo Valdez Montoya, economista él y miembro del CNE, cuestionó públicamente el origen y gestión las nuevas fortunas detentadas por grupos empresariales privados.

Lo obvio apenas requería explicación: Sinaloa estaba ubicado en el Triángulo dorado de la droga.

Sospechas corroboradas en la Asociación de Banqueros de México

¿Sorprende que las bandas de narcos, devenidas cárteles asistidos por expertos en ingeniería financiera, hayan adquirido fama internacional?

Dejó de sorprender, cuando un sonorense encumbrado en la presidencia nacional de la Asociación de Banqueros de México fue investigado por la Procuraduría General de la República e indiciado por lavado de dinero.

En el PIB, ¿qué son otras modalidades de la informalidad?

Ahora que se discuten los Criterios de Política Económica para 2020, hicimos un ejercicio de revisión del Producto Interno Bruto nacional y encontramos algunas curiosidades en el reporte correspondiente a 2017.

Para ese año, el PIB estimado en dólares fue de 1.15 billones; convertidos, unos 20 billones de pesos.

La participación de la economía formal en el PIB se fijó en 77.3 por ciento; la informal, también conocida como economía negra, 22.7 por ciento.

El dato que nos llama la atención es que, en una columna adicional, bajo el rubro de otras modalidades de la informalidad, éstas participan con el 11.7 por ciento. Como son datos relativos procesados en gráficas no siempre especificadas para el entendimiento de los neófitos, ahí nos congelamos.

En el seguimiento estadístico sobre la evolución del PIB desde 2000 hasta 2018, hallamos que su crecimiento anual permanece anclado en un promedio anual de 2 por ciento.

Más remesas, mas ingreso turístico, más excedentes narcos…

El dato nos desconcierta porque, en la reciente década, sólo por concepto de remesas enviadas por nuestros transterrados en los Estados Unidos, el ingreso anual en dólares está en constante aumento. Para 2019, se calcula en más de 35 mil millones de dólares. Ese renglón se incluye en el PIB nacional.

En la segunda mitad del sexenio pasado se subrayó con beneplácito que el ingreso anual de divisas por turismo ha sido mayor que los ingresos petroleros.

Fuentes internacionales que le siguen la huella al principal y excedentes del narco han calculado que esta actividad inyecta hasta más de 50 mil millones de dólares al año a la economía mexicana.

¿Por qué, entonces, el PIB se encuentra estancado?

El tinglado está a la vista; falta saber si lo desmontarán

El telón empieza a correrse ahora por obra de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Sólo de un año a otro, el flujo en efectivo en México se disparó de 836 mil 500 millones de pesos a 1.6 billones de pesos; esto es, en 97.75 por ciento.

Si Pitágoras no se equivoca, es más de la cuarta parte de la propuesta de Presupuesto para 2020. Y eso que no se cuantifica con exactitud el valor de los capitales en dólares que siguen exportándose año con año.

Otro hallazgo es que el que está haciendo el Sistema de Administración Tributaria (SAT) referidos a las empresas fantasma y su facturación falsa.

Por lo que se ve ahora, esos datos estaban a la vista de las autoridades hacendarias, que no los vieron. La cuestión es qué se va hacer con tan “asombrosos” hallazgos, sobre todo hoy que se afirma que ya no es como antes: Que ahora no hay impunidad. Es cuanto.

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