Voces del Periodista Diario

PAN: Alternativa católica de la Revolución mexicana

Sinfonía Telúrica

Por Abraham García Ibarra

(Con la presente entrega, nos damos un respiro transitorio en el tema sobre Acción Nacional, tratado en recientes colaboraciones. A fuer de ser sinceros, no hemos sido objetivos porque, en asuntos de Política y Religión, la objetividad es la primera víctima. Sin embargo, aunque el grueso de nuestros materiales de consulta quedó a distancia en nuestro cubículo de trabajo en Filomeno Mata 8 y tecleamos desde la soledad de nuestro confinamiento domiciliario, creemos que el esfuerzo de recuperación sobre los orígenes y desarrollo del panismo se aproxima a los hechos; obviamente, con el sesgo a que tiene derecho todo libre pensador.)

La recapitulación nos lleva desde la vocación doctrinaria humanista de los padres fundadores del PAN (1939), hasta La carta magna de la barbarie que en 1988 se propuso como plataforma táctica a su campaña presidencial. Desde la moralidad seminal del grupo gestor del partido, hasta la cerril inmoralidad de la reciente generación azul, cruzando por el relativismo moral.

Hombres cultos de suyo, los impulsores del PAN abrevaron en las sagradas escrituras, particularmente en los Evangelios, en los textos de los hombres ilustres de su Iglesia, en las encíclicas papales y en textos de filósofos europeos, con especial predilección por el francés Jacques Maritain.  

El título de esta entrega lo retomamos de un proyecto de tesis para doctorado por la Universidad de Siracusa (Nueva York/ 1977), de cuyo autor -la memoria es flaca- conservamos el nombre a distancia en nuestro habitual espacio de redacción en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

La experiencia más dolorosa en el siglo XX: La Guerra Cristera

A propósito de religión y política, en el recorrido nos topamos con la resistencia confesional a la Constitución de 1917, básicamente su Artículo Tercero en materia de Educación, en lo que denominamos la batalla por el monopolio del espíritu. Ese artículo se conecta con el 130, en materia de cultos.

Hacia 1926, en que se reglamentó el artículo 130 por el presidente Plutarco Elías Calles, hizo su debut la Liga Defensora de la Libertad Religiosa, cuyos directivos sonsacaron a la plebe, conduciéndola a la Guerra cristera.

Entre los sobrevivientes de la derrota en 1929, fueron reclutados a mitad de los treinta los fundadores de la Unión Nacional Sinarquista (UNS) –las milicias del espíritu-, al tiempo que se hacían intentos de crear un partido, como reproducción del Partido Católico Nacional en el tramo final del porfiriato.

Desprendimientos de la UNS fueron tributarios del PAN, aunque la iniciativa para unificar los dos movimientos, no cuajó. Esto no obstó para que la identidad del partido se acreditara con la militancia de activistas de Acción Católica Mexicana y, con especial énfasis, de Acción Católica de la Juventud Mexicana.

Peligroso hacer un explosivo coctel con religión y política

En 1962, en convención nacional, el panismo nombró jefe a don Adolfo Christlieb Ibarrola. Ideólogos y teóricos acompañantes formularon una nueva proyección de principios, tratando de liberar  al partido del integrismo católico.  

El mismo año, el nuevo jefe nacional fue invitado a Caracas, Venezuela, a un encuentro del Comité Organizador Político Electoral Independiente (Copei), dirigido por Rafael Caldera, ya alineado con la Democracia Cristiana (DC).

Desde antes del evento caraqueño, un segmento mayoritariamente juvenil del panismo -activo en esa tendencia- trataba de comprometer a la dirigencia nacional en un compromiso con el Copei y su conexión con su par en Chile. Fue cuando don Adolfo hizo una reflexión sobre la cuestión, advirtiendo sobre el peligro de hacer un explosivo coctel de religión y la política.

Siempre que se han mezclado o confundido política y catolicismo se han introducido factores de división en la convivencia nacional. Fundadores y miembros del PAN hemos querido evitar conscientemente que la iglesia católica, que por su naturaleza y fines está por encima de los partidos, sea utilizada por éstos, inclusive por el nuestro, para finalidades políticas que en sí mismas son temporales y variables. Esas confusiones de la función de ambas instituciones, son perjudiciales, escribió entonces el jefe nacional.

Con las visitas de los papas, Fox y Calderón quisieron llevar agua a sus molinos

El asalto del neopanismo a la ciudadela del PAN coincidió con los papados de Juan Pablo II y Benedicto XVI (1978-2013). En las visitas de los pontífices a México, los presidentes de la República emanados del PAN trataron de capitalizar su presencia para acarrear agua a sus molinos. Felipe Calderón, pretendiendo darle legitimidad a su controvertido mandato. Vicente Fox incluso, para obtener la anulación de su primer matrimonio eclesiástico. ¡Qué manera! de tratar de utilizar la religiosidad popular.

El papa Francisco, en su visita a México en febrero de 2016, y en encuentro con la jerarquía eclesiástica, puso algunos puntos sobre las jotas: Sean obispos de mirada limpia, de rostro luminoso. Vigilen que sus miradas no se cubran de la penumbra de la niebla de la mundanidad.

No se dejen corromper por el materialismo trivial ni por las ilusiones seductoras de los acuerdos bajo la mesa. No pongan su confianza en los carros y los caballos de los actuales faraones… Piedras para muchos tejados que quedaron finalmente en papel mojado.

Manuel Gómez Morín contemporiza con el gobierno revolucionario

Una retrospectiva: Los que han tipificado al PAN como partido de la reacción (contra el liberalismo del siglo XIX y la Revolución de 1910) suelen olvidar que don Manuel Gómez Morín, dos décadas antes de la fundación del partido, fue secretario particular del general sinaloense revolucionario Salvador Alvarado, secretario de Hacienda del satanizado y asesinado en 1928 Álvaro Obregón, con quien el intelectual chihuahuense fue oficial mayor y subsecretario  de dicho ministerio.

Con El diabólico Calles, sirvió como organizador de la Convención Nacional Fiscal, postulante de la Ley General de Instituciones de Crédito y Establecimientos Bancarios. Proyector del Banco de México, fue presidente de su Consejo de Administración. Abogó por la iniciativa para la creación del Banco Nacional de Crédito Agrícola. Sólo las piedras no cambian.

Primera tronera regia de la politización empresarial

A finales de la década de veinte, en Monterrey, Nuevo León, se fundó la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), en airada reacción contra la iniciativa de reglamentación del artículo 123 de la Constitución en materia de Trabajo, promovida por presidente interino Emilio Portes Gil.

La Coparmex se protocolizó a mediados del sexenio del general Lázaro Cárdenas. Sus centros patronales regionales se vieron involucrados en el financiamiento de la armada Rebelión Cedillista contra la Expropiación Petrolera de 1938, un año antes de que se fundara el PAN, que se dio como leitmotiv revertir la obra social del revolucionario michoacano.

Para la década de los setenta, dirigentes del ala patronal incursionaban por bases de El Pentágono, asistiendo a talleres para la defensa de la libre empresa, impartidos por mandos militares e ideólogos de la iniciativa individual, y activaban paros patronales contra el régimen.

En 1988, el sindicato patronal se dio como brazo electoral el llamado Poder Ciudadano, para respaldar la candidatura presidencial panista del ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Manuel de Jesús Clouthier del Rincón. Fue el periodo datado como el de la politización empresarial del panismo.

El poder corrompe; el poder absoluto, corrompe absolutamente

En 2000, con Fox, se instituyó el gobierno de los empresarios, por los empresarios y para los empresarios. Para 2006, el Consejo Coordinador Empresarial se abrió de capa de lado de Calderón, en pacto electoral para impedir el cambio de modelo económico En 2012, concluyó La docena trágica.

En el ánimo y espíritu de don Manuel Gómez Morín y don Efraín González Luna no estuvo, en estricto rigor, la pugna por el poder. Concibieron el proyecto -desde la opinión y los principios- para la educación política a fin de formar conciencia ciudadana para la brega de eternidad.

Es probable que los padres fundadores del PAN, con conocimiento de causa, tuvieran en mente que el poder corrompe y, el poder absoluto, corrompe absolutamente. Lo han comprobado el foxiato y el calderonato. Es cuanto.

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