Voces del Periodista Diario

¿Quo vadis, cuarta transformación?

Sinfonía Telúrica

Por Abraham García Ibarra

Cuando se hizo llegar al Senado de la República  el texto de un nuevo instrumento comercial entre los Estados Unidos, Canadá y México, escuchamos una pinolera y meliflua voz, palabras más, palabras menos: Vamos por un acuerdo, porque un tratado implicaría una sola moneda, un solo ejército, etcétera.

En El Capitolio de Washington, a su vez, hubo vacilaciones para definir aquel instrumento y, primero en comisiones legislativas y, más tarde en análisis académicos, se le dio el termino, acuerdo.

En el acrónimo en inglés, NAFTA, la última letra corresponde a agrement. Esto, es acuerdo. Sin embargo, desde su inauguración en enero de 1994 se presentó como Tratado de Libre Comercio (TLC, después TLCAN). No estamos haciendo ejercicios semánticos, sino precisiones.

México, embarcado en la Alianza para la Seguridad (2005)

Durante el mandato de Ernesto Zedillo Ponce de León, los altos mandos de las Fuerzas Armadas mexicanas empezaron a asistir en bases militares de los Estados Unidos a reuniones convocadas por El Pentágono para pactar estrategias de seguridad hemisférica.

En marzo de 2005, México asistió a Waco, Texas, donde se suscribió la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (Aspan) con los Estados Unidos y Canadá. Casi paralelamente apareció la Alianza energética.

En el siguiente sexenio ya tuvimos el trasplante del Plan Colombia bajo la denominación de Iniciativa Mérida, paraguas de la guerra contra el crimen organizado declarada por Felipe Calderón. Se dio carta de naturaleza a la militarización del país.

Dos sombras se ciernen sobre México: Los comandos sur y norte

Sin declaración expresa, durante el sexenio Enrique Peña Nieto ya se dieron conexiones en México del Comando Sur de El Pentágono y se empezaron a enviar misiones de paz a territorios en conflicto bélico.

A finales del periodo peñista, con el arribo de Donald Trump a la Casa Blanca, se percibieron movimientos fronterizos del Comando Norte.

Ha entrado en vigor el placebo del TLCAN con las siglas T-MEC. La T, de tratado.

Los Estados Unidos y Canadá, miembros de número de la OTAN

Los Estados Unidos y Canadá, socios comerciales de México, están inscritos en la Alianza del Atlántico Norte (OTAN). Según tenemos en mente, la OTAN se constituyó para salvaguardar la libertad y la seguridad de sus Estados parte por medios militares y políticos, trabajando por un orden de paz.

Ya sabemos cual es el orden de paz que lleva la OTAN a los territorios donde los ejércitos aliados plantan su bota, sus misiles y sus armas bacteriológicas.

Desde la perspectiva descrita a lo largo en este texto, sería bueno saber, aquí y ahora, qué hará la cuarta transformación con el Premio Nobel de la Paz, otorgado a México por sus tenaces esfuerzos por la solución pacífica de los conflictos entre los Estados parte de la ONU, a cuyo Consejo de Seguridad asistirá México como miembro no permanente a partir de 2021.

Todavía vemos con letras doradas en algunos frontispicios de las moradas del poder mexicanas el apotegma de Juárez: Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz. Es cuanto.

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