Voces del Periodista Diario

Reelección de diputados ¿vicios o virtudes?

Por Juan Bautista Rojo

8 de diciembre 2020

Sendero Público.- Asistimos a la consumación de actos inéditos en la vida política de México. La figura de reelección para diputados federales y alcaldes, con argumentos aceptados por el Instituto Nacional Electoral (aun a regañadientes), ya entró en operación para el próximo periodo electoral del 6 de julio del 2021.

Los lineamientos aceptados por el Ine, este lunes 7 de diciembre, a una reforma que se había aprobado por el legislativo desde el 2014, es que los diputados que decidan contender por el mismo cargo, podrán ejercer ese derecho sin renunciar a su puesto, que fijaba un tiempo de 60 días antes de la elección.

 Los argumentos, esgrimidos por la autoridad electoral federal aducían que los contendientes diputados podrían estar en ventaja con quien compite por primera ocasión. En cambio, otra postura, al interior del consejo, argumentaba que no podría darse permiso de ausentarse, porque desequilibraba el orden en la composición del legislativo, porque sólo se permitía ofrecer ese permiso de ausencia a 125 de los 500 curules que la conforman. Entonces que se regule y vigile sus gastos para no sobrepasar la representación y actos proselitistas como lo marca la ley electoral, atajaron.

Para cerrar este capítulo, en su aprobación, se estableció que los posibles candidatos reelectos “sólo participen por los mismos distritos electorales en los que fueron elegidos y por el mismo partido que los postulo”. Es decir, bájenle al chapulineo, de un lado a otro.

Desde luego que el tema no es nuevo, tuvo más de dos décadas de ser planteado en la cámara de diputados y senadores, donde casi todos los partidos en su momento aceptaron esa figura sólo cuando les era más favorable, por ejemplo el Pri, la propuso en el año 2000, cuando ya había perdido el poder.

La reflexión

Ahora el tema parece hasta común, pero antaño era como pensar en transgredir la memoria del procer Francisco I Madero, con su bandera como estandarte y contra la impunidad e hipercentralización del poder y nulo respeto por la voluntad popular: Sufragio efectivo, No reelección.

Fue en el año del 33 cuando se formalizo esa figura que añadía un toque de pureza o halo inmaculado a la figura de la ostentación del poder popular. Pero el tiempo como dice el poeta Marcel Proust, merma las cosas y la circunstancia política y nuevos vientos, hacen que las leyes y normas entren en una especie de experimento, en este caso, sobre el sistema electoral mexicano, que no termina de consolidarse, se encuentra en un permanente proceso de “perfeccionamiento”.

Entre el vicio y la virtud, pueden pasar nuevo años para conocer si esta nueva forma de “practica electoral” va a ser funcional al sistema político mexicano. Hay voces históricas y doctas sobre el tema que afirman que con la reelección, se configura una “especialización legislativa” en favor de la sociedad y no estar  “echando a perder, tiempo, esfuerzo y dinero del erario público, cada tres años, en lo que los diputados entienden su papel y el funcionamiento del legislativo”.

Otros, partidarios del pensamiento crítico, del cual soy participe, ven la consolidación de una élite política, que además de sumar ya los años de experiencia en los cargo y su uso y en otro su abuso, establecerán espacios de cacicazgos, como antaño decían los campesinos. Y ese, es un escenario posible.

Si la célula se modificó en su origen, lo más probable es que influya en todo el sistema y cambie el ADN que le dio vida. En el futuro, sin duda, entraremos en el espacio de otras figuras de primer orden, que reclamen su propio derecho a la reelección, tanto en las gubernaturas como en el ejecutivo federal. Pero eso podrías suceder en los sexenios siguientes y según el tiempo, como dijo Proust y la circunstancia política y las famosas alianzas.

Pero el poder sigue radicado en el pueblo, él, y sólo él es quien manda. Por ello, hoy más que ayer, es urgente que los ciudadanos y algunos colectivos dedicados a la especialidad de la observación electoral, se informen, hurguen los expedientes de quienes los vayan a representar y más, sus propuestas sociales, político culturales con una visión de género, además de prometer no robar ni poquito ni mucho.

La reelección parece que llegó para quedarse. Su evaluación y diagnóstico, ahora tendrá que esperar un poco más. Suerte.

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