Voces del Periodista Diario

Sobre crímenes de lesa humanidad

VOCES OPINIÓN Por: Mouris Salloum George

Días de cristiana reconciliación, en materia de crímenes de lesa humanidad, la Iglesia católica “no está en favor de la impunidad”. Declaró lo anterior, el obispo Fernando Ramos.

¡Qué reconfortante y alentador! es ese mensaje navideño en respuesta a familiares de tantas víctimas de crímenes de Estado.

Hacia 2012, más de 20 mil mexicanos acudieron a Cortes internacionales solicitando se considere la posibilidad de investigación de crímenes de lesa humanidad en su modalidad de genocidio, que esos denunciantes imputan al ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.

Con independencia de lo que decidan tribunales internacionales, en México no existe procedimiento alguno de orden público orientado a revisar siquiera los saldos reales de la guerra que Calderón declaró unilateralmente en 2006, en procura de sanciones a los presuntos implicados.

Por el contrario, las Fuerzas Armadas siguen fuera de sus cuarteles, mientras el discurso gubernamental gimotea hablando de la destrucción “del tejido social”.

Es, frente a esa humillante situación, que la sociedad sigue preguntándose en México dónde está el Estado de Derecho.

140 sicarios condenados

No es aquí, entonces, donde el obispo católico Fernando Ramos puede ofrecer a familiares de víctimas de la represión estatal, esperanzas de justicia. No es aquí: Es en Santiago de Chile.

En Chile, el Estado tiene en prisión, purgando severas condenas por crímenes de lesa humanidad, a 140 agentes militares y civiles que sirvieron principalmente a la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), órgano de exterminio de la bestial dictadura de Augusto Pinochet, asesino de Salvador Allende en 1973.

El obispo Fernando Ramos declaró que la Iglesia católica “no está en favor de la impunidad” en casos de crímenes de lesa humanidad ante familias que se instalaron en protesta en el atrio de la Catedral de Santiago.

La protesta fue motivada porque, en la prisión de Punta Peuco, diez criminales de Estado participaron en una ceremonia ecuménica en la que pidieron perdón al pueblo chileno por el dolor causado por su atroz conducta.

Un sacerdote jesuita -orden a la que pertenece el Papa Francisco- que ofició la misa, precisó que los reos no pidieron relajación de sus penas ni amnistía. Sólo pidieron perdón.

Las familias que acudieron en protesta a la Catedral de Santiago consideraron la petición de perdón como una pose falsa.

Como sea, de lo que se trata, es de que en Chile la justicia civil no es omisa ni complaciente.

Así como, desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, se han trasplantado desde Chile algunos modelos neoliberales para la depredación, sería saludable que se importara el modelo de justicia chileno. Pero eso es mucho pedir a Santa Clos. Qué pena.

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