Voces del Director
Desde Filomeno Mata 8
Por Mouris Salloum George (*)
Se acaba el pan del alma, compañero… No hay que llorar la muerte del viajero/ Hay que llorar la muerte de un camino.
Son palabras que escribió el poeta venezolano Eloy Blanco al enterarse de la muerte del intelectual mexicano Enrique González Martínez.
Nos las apropiamos en homenaje al colega Virgilio Caballero, Premio Nacional de Periodismo por el Club de Periodistas de México, fallecido esta madrugada. Nuestra comunidad está de luto. La vida sigue…
Se relanza el programa de búsqueda de desaparecidos
Lo que sigue, es un soplo de esperanza: El gobierno de la República ha relanzado el Sistema Nacional de Búsqueda de Desaparecidos. La lista abarca los nombres de más 40 mil mexicanos.
Los familiares de esos desaparecidos recibieron la notificación en Palacio Nacional: Confiamos, respondieron, pero esperaremos a que las acciones y sus resultados conduzcan a la verdad y a la hora de la justicia.
Por lo que a nuestra parte toca, reafirmamos nuestros los votos por la pacificación de México, asignatura pendiente desde 2006 en que se desencadenó la irracional guerra contra el crimen organizado.
Nuestra voz de reclamo va por más de 300 mil víctimas mortales de ese bárbaro proceso, que nos deja sin paz en las calles y las plazas públicas ni tranquilidad en las conciencias.
Es demasiado el luto y la orfandad, de indignación e impotencia de la sociedad ante ese fatídico fenómeno sin solución de continuidad.
La cadena de atentados contra periodistas, a la orden del día
Alzamos la voz por todos, pero, desde nuestra representación y responsabilidad gremiales, lo hacemos especialmente por nuestros colegas victimados por la ley de plata o plomo.
Más de dos sexenios tenemos denunciando hechos que afectan a nuestra comunidad profesional y, por los resultados, parece voz que clama en el desierto, ahogada por las arenas de la impunidad.
Todavía, en recientes días, las secuelas de esos atentados ha continuado en diversas entidades del país. Sólo encontramos como respuesta la eterna vuelta a la noria. Las tuercas siguen apretando.
En recientes días, nuestro colaborador Juan Bautista ha sido blanco de amenazas a su integridad personal por sus actividades periodísticas. Obviamente, la de muerte aparece primero en el catálogo de intimidaciones.
Victimas del crimen, victimizadas por el gobierno
Para medir los alcances de la impunidad, tenemos el colmo: En vez de atender las justas exigencias de los familiares de nuestros compañeros ejecutados, ahora sabemos que durante el pasado sexenio fueron expuestos a técnicas de espionajes por agentes del gobierno, por supuesto, para disuadirlos de sus demandas de esclarecimiento y justicia por los crímenes no resueltos ni castigados.
Respecto de los desaparecidos, es una buena noticia que los reclamos de sus familias pasen a la agenda de prioridades gubernamental.
Como ellos mismos lo advierten, sólo las acciones y sus resultados restablecerán la confianza en la autoridad. Vividos en carne propia los agravios, nos sumamos críticamente a ese voto de confianza. Vale.
(*) Director General del Club de Periodistas de México, A.C.