Voces del Periodista Diario

Un insípido programa televisivo sobre la extrema derecha

Los temas analizados arrojan conclusiones superficiales

Por Gastón Pardo Pérez

La extrema derecha mexicana ha sido analizada en el programa de Bernardo Barranco (04.08.21) por Fernando González y Alvaro Delgado Las opiniones están desprovistas del necesario apoyo de datos y sólo se trata de un intento de mantener vivo a toda costa un tema fascinante que atrajo muchos lectores a los libros de los entrevistados. La ausencia de datos fuertes no permite ahora una visión sólida y estable de la extrema derecha y su afición por el clandestinaje, en el caso de que todavía esa práctica exista.
¿Clandestinaje he dicho? Han pasado por alto que El Yunque, y en general la extrema derecha, estuvieron constituidos por grupos al principio numerosos que fueron perdiendo influencia y militantes a medida que la función de los partidos políticos se fue convirtiendo, desde el último sexenio priista del siglo XX en una categoría degradada, lo mismo que ocurría y ocurre en la vida pública de otros países del Occidente.
Pero para iniciar la crítica definamos a la extrema derecha. Es la aspiración de una corriente política asentada en la tradición religiosa que aspira a convertir la rapiña en el centro de los valores (con esta palabra se denomina a las virtudes de la antigua teología católica fincadas en la filosofía griega que animan al capitalismo). Esto explica la inutilidad de los valores malolientes, asumidos por los grupos de oportunistas, desertores de las organizaciones públicas de la derecha llamada leal para la “defensa de la sociedad cristiana”.  
De la narración de Fernando se puede deducir que hubo una época en la que la derecha era expresión de una élite provista de importancia sobresaliente que podía competir con el alcance del poder que se fundaba en el partido oficial y en la constitución de los gobiernos desde 1928 hasta que el modelo fue roto en el gobierno de Zedillo. Este “mandatario” a la vez rompió, con su traición al candidato del PRI a la presidencia de la república, Francisco Labastida, con el acuerdo sucesorio adoptado por el PNR derivado del Plan de Agua Prieta. Zedillo tuvo como consejero a Luis Pazos, un mentecato cobarde del Yunque.
Vicente Fox debe la presidencia de la república a las gestiones realizadas por Luis Pazos con Ernesto Zedillo para romper el pacto de familias revolucionarias en la alternancia prevista por éstas dentro del partido oficial y puso a Zedillo en posiciones clave del Foro de Davos, fuente del neoliberalismo.
La derecha era pues un sector significativo desprendido del sector empresarial que se desarrolló en México en los gobiernos de Obregón y Calles. La Coparmex fundada en el periodo obregonista es considerada un sindicato empresarial de cara a la bolchevización del país que se supone que comienza en el gobierno del general Obregón.
Un pueblo sin élite, que sea capaz de dirigirlo en el terreno político, económico y financiero dejó de existir en los términos que la élite es percibida por Wright Mills, que incluye a banqueros, políticos militantes clérigos y militares fundamentalmente. Y en estos términos un estudioso de la élite mexicana Roderic Camp, por cuenta del Departamento de Estado, analizó a los sectores activos que preocuparon a Mills al escribir la élite del poder.
Pero en la actualidad las élites están en descomposición en todo el mundo incluyendo en él la antigua extrema derecha que aportó en México cuadros al desarrollo y las mutaciones que sufrió esa derecha como proveedora de administradores graduados en escuelas privadas.
La derecha, pues, no existe como un proyecto salvífico en la maquinaria del capitalismo. La derecha se ha disuelto en todas las organizaciones políticas públicas sean o no del Yunque. Tienen distintos comportamientos, lo cual habla de la ausencia de un mando indiscutible, aunque tenga que darse por descontada una élite en México de izquierda de derecha o de centro. Todos los partidos políticos comparten los mismos idearios y el mismo discurso que por cierto nadie lee ni escucha.
Alain Benoist anunció una nueva derecha. Propósito compartido por el geopolítico ruso Alexadr Dugin. Esperemos que sean capaces de dotar a la humanidad de un eje o de muchos ejes nacionales y regionales que llenen el vacío del poder formando nuevas élites. La antropología del sabio israelí para formar élites de repuesto en el interior de las etnias, Amitai Etzioni, no fue acatada por los antropólogos occidentales.
Como dijo alguien: las élites sin pueblo no sirven para nada.
El libro que mejor describe el proceso de formación de la derecha como fuerza económica confrontada a lo que Vicente Lombardo llamaba la burguesía nacional que no era más que la alta burocracia y los fabricantes de charamuscas es “La lucha por la hegemonía en México. 1968 -1990”, de Miguel Basáñez, editado por Siglo XXI.
La extrema derecha estudiantil de 1966 solicitó el apoyo de los trotskistas para sacar a Ignacio Chávez de la rectoría de la UNAM. El movimiento tuvo éxito. Pero es conveniente que aquella explique este episodio.
Es evidente que no hay ideas en ninguna parte, sólo juegos de ambiciones.

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