Voces del Periodista Diario

El culto a la muerte

VOCES OPINIÓN Por: Lic. Mouris Salloum George.

Suele ocurrir, en el trabajo editorial, que el autor puede preocuparse más por su acierto en el enfoque del análisis del suceso político, que por sus equivocaciones.

Hace apenas unas horas, en anterior entrega de esta sección, sostuvimos que sobre la campaña presidencial del republicano Donald Trump revolotean buitres supervivientes de los más violentos movimientos de ultraderecha de los Estados Unidos. Citamos al canto al racista Ku Klus Klan.

Hoy mismo, la noticia que hacen circular medios de comunicación internacionales, es que David Duke, militante de la secta citada, que tiene como objetivo criminal a latinos, negros,  judíos y otras minorías raciales de la Unión Americana, acompañará a Trump como candidato al Senado. Dicho lo cual…

Opuestos al culto a la muerte, saludamos hoy una decisión ampliamente mayoritaria de la Corte Constitucional de Colombia (CCC), que hace unos días dio luz verde a la celebración de un plebiscito para sancionar los acuerdos de paz en ese atribulado país, sometido a medio siglo de guerra intestina, en cuyo caso, de ganar el SI, la consecuencia inmediata será el cese al fuego unilateral y definitivo.

La sentencia de los togados es vinculante al mandato del presidente Juan Manuel Santos, impulsor de los diálogos con las FARC, que desde hace varios meses se desarrollan en La Habana.

El optimismo, sin embargo, parece un sentimiento perecedero en un clima global donde los señores de la guerra no quieren perder un centímetro de su perverso mercado.

Apenas conocido el fallo de la CCC, se soltaron los demonios convocados por el ex presidente Álvaro Uribe Vélez, quien ha activado sus troneras paramilitares agazapadas en el partido Centro “Democrático” y en el maquillado Centro “de Pensamiento” que procura grabar para la posteridad “las ideas” del ex comandante en jefe del devastador Plan Colombia, diseñado y ejecutado desde El Pentágono estadunidense.

México no puede ser ajeno a esa conspiración paramilitar, por una sinrazón, a saber: Aún si haber sido investido constitucionalmente Presidente, Felipe Calderón quiso rendir admiración in situ a Álvaro Uribe Vélez, en ejercicio del poder en Colombia.

El michoacano se asumió “hermano de sangre” del colombiano cuando aceptó la consigna de Washington de operar en nuestro país la Iniciativa Mérida -copia al carbón del plan colombiano-, cuyas víctimas muertas, desaparecidas, desplazadas o exiliadas no acaban de contarse todavía.

La satánica hermandad

El registro más elocuente de esa satánica hermandad se presentó cuando Uribe ordenó en 2008 un bombardeo aéreo contra territorio de Ecuador, en el que se masacró a un grupo de jóvenes, entre los que se encontraba la mexicana Lucía Morett, que salvó la vida, y cuya extradición estuvo a punto de consumarse a pedido de Uribe.

Antes de que ese proceso se resolviera, sin embargo, Calderón autorizó la entrega del sociólogo Miguel Ángel Beltrán Villegas –arrestado aquí durante trámites migratorios-, a quien Colombia hizo imputaciones sobre supuestas operaciones extraterritoriales que amenazaría al gobierno de Uribe.

No es oficiosa ni casual la mención de ese antecedente. Terminados los mandatos de ambos presidentes, con otros ex latinoamericanos, hicieron causa común en el público propósito de derrocar al gobierno bolivariano de Venezuela, en vida de Hugo Chávez y recientemente contra su sucesor Nicolás Maduro.

Habría que decir, además, que durante el sexenio de Calderón, supuestas organizaciones civiles vinculadas con el PAN, viajaron repetidamente a Colombia con la coartada de estudiar las políticas de seguridad pública implantadas por Uribe en Colombia para proponer su aplicación en México.

A mayor abundamiento, hace apenas unos días el jefe nacional del PAN, Ricardo Anaya, previno contra la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador, afirmando que a los mexicanos les esperarían peores calamidades que las que hoy, dijo el presidenciable Anaya, sufre el pueblo venezolano.

Poco original Anaya. Hace diez años, durante la campaña presidencial de Calderón, el PAN aseguró que la del redentor tropical estaba siendo apoyada en nuestro territorio por brigadas bolivarianas enviadas por Hugo Chávez.

Lo dicho. Apenas se conoce una buena noticia y aparece la tóxica mosca en la sopa.

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