Voces del Periodista Diario

Hillary Clinton: El TLCAN a revisión

VOCES OPINIÓN Por: Lic. Mouris Salloum George.

 

 

Aquellos que militan en el credo de “la mano invisible del mercado” y medran en la economía especulativa, consideran a las bolsas de valores como el más confiable sinodal del suceso político o electoral.

Antes que en una campaña electoral las encuestas sobre la intención del voto digan lo suyo, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) es tomado a título de fe para adoptar decisiones económicas y financieras a futuro.

Mientras que en Las Vegas se abren los tableros electrónicos de apuestas sobre los eventuales resultados de las elecciones presidenciales de noviembre en los Estados Unidos, Wall Street de Nueva York ha lanzado sus primeros mensajes.

Durante la pasada semana, de Convención Nacional del Partido Republicano que confirmó la candidatura presidencial de Donald Trump, dos de los principales índices neoyorquinos -Stndard & Poor’s y Nasdaq- se gratificaron con variaciones al alza; el primero incluso con máximos históricos.

Del Nasdaq, que aplica para los indicadores industriales, vale recordar que es referencia obligada para el IPC de la Bolsa Mexicana de Valores.

De aquel fenómeno alcista en Wall Street se colige que los grandes especuladores de los Estados Unidos no temen, sino al contrario, un eventual triunfo de Trump.

Al cierre de la semana pasada, el mercado bursátil mexicano registró movimientos positivos que colocaron el IPC por encima de los 46 mil puntos.

Hoy, en cambio, mientras transcurre la Convención Nacional del Partido Demócrata que consagró candidata a Hillary Clinton, el IPC mexicano tuvo un registro a la baja.

Esta inusual incursión nuestra por esos alucinantes terrenos, la motiva el hecho de que durante meses los conductores de la política hacendaria y del mercado externo de México cruzaron los dedos en espera de que Trump no lograra la nominación.

Lo que está en el centro del medroso interés de nuestros tecnócratas sobre la perspectiva electoral en los Estados Unidos, es la eventual revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), según lo ha amenazado Trump.

Malas noticias para esos funcionarios  son entonces las siguientes: Agencias de noticias estadunidenses han despachado en las últimas horas declaraciones del dirigente obrero del poderoso sector automotriz, Dennis Williams, quien reveló que la demócrata Clinton se comprometió personalmente a que, en caso de ganar la presidencia, renegociará el TLCAN.

O cabresteas o te ahorcas

Son 400 mil trabajadores de dicha industria y sus familias los que están detrás de Williams, a cuyo testimonio se añade un contenido de la plataforma electoral del Partido Demócrata, a saber:

“Necesitamos desarrollar políticas que apoyen el trabajo en Estados Unidos. Es por eso que los demócratas creemos que debemos revisar los acuerdos comerciales negociados hace años, para actualizarlos, reflejando estos principios”.

Es el caso que el TLCAN es casualmente obra del marido de doña Hillary, Bill Clinton. Tope en eso.

Lo cual deja a los responsables de la política comercial del gabinete de Enrique Peña Nieto en la situación que el ranchero mexicano expresa en estos términos: O cabresteas o te ahorcas.

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