Voces del Periodista Diario

Hollande busca, no a quién se la hizo, sino quien se la pague

VOCES OPINIÓN Por: Lic. Mouris Salloum George.

Por razones más que obvias, en anterior comentario dejamos entre corchetes el eventual desenlace de las celebraciones de La toma de la bastilla en Francia.

La indeseable y terrible noticia se produjo ayer en Niza: Más de 200 víctimas -80 de ellas mortales- dejó un atentado perpetrado por demencial sujeto que lanzó un camión sobre una multitud concentrada en el puerto, y después descargó metralla sobre los aterrorizados sobrevivientes.

Como en noviembre de 2015, Europa amaneció consternada y la reacción mundial condenando el terrorismo expresó su solidaridad con el pueblo francés.

A bote pronto, el atentado fue atribuido a un residente en Niza de origen tunecino, que fue ejecutado en el acto por las fuerzas de seguridad. Ya vendrán las indagatorias que aclararán la pertenencia del múltiple homicida a algunas de las variadas e irracionales facciones del terrorismo islámico. Es el esquema conocido.

Con independencia de la militancia y de los móviles que incitaron al autor material del atentado, también ipso facto el presidente francés Francois Hollande anunció prolongación del estado nacional de emergencia decretado hace ocho meses y amenazó con la continuidad de los ataques franceses en Siria e Irak.

¿Con qué argumento moral Hollande pretende justificar su reacción revanchista contra los pueblos sirio e iraquí, víctimas de suyo de una prolongada e hipócrita cruzada aliada contra el islamismo radical?

Chauvinismo como coartada electoral

Subrayamos el aspecto moral absolutamente abstracto en la actitud de Hollande, partiendo del ingrediente político-electoral que ya analizamos desde noviembre pasado, cuando observamos que el dirigente francés, con  mínimos históricos de popularidad, pretende su reelección en los comicios presidenciales de abril-mayo de 2017.

Parecería que Hollande actúa bajo la lógica de aquél que busca no a quién se la hizo, sino quien se la pague, pues está empleando el terrorismo -fenómeno real, no puede negarse- para exacerbar el chauvinismo en función de pretendidos rendimientos electorales.

En el ámbito de la política interna, el Presidente mantiene abierto un irreductible frente de resistencia en respuesta a su tozuda decisión de imponer una reforma laboral que, sin compadecerse de su supuesto origen socialista, obedece los implacables y depredadores dictados del neoliberalismo.

Aleatoriamente, después del Brexit, corrientes vinculadas con el neofascismo europeo han desencadenado una activa ofensiva para que Francia siga la huella del Reino Unido y se separe también de la Unión Europea.

Se apunta ese dato habida cuenta que, en la perspectiva electoral de 2017, la ultraderecha nacionalista, que ha mejorado su registro en recientes comicios regionales y municipales, consolida las expectativas presidenciales de la líder de ese movimiento, Marine Le Penn, colocada por algunas encuestas en el umbral del Palacio del Eliseo.

Aun en la estructura de su propio gabinete, Hollande lidia ahora con su ministro de Economía, Emmanuel Macrou, quien con un plan alternativo de reformas y, sin declararse todavía aspirante a la sucesión, cuenta ya con un 41 por ciento de la intención de voto, casi 20 puntos porcentuales por encima del mandatario en funciones.

Por supuesto, son detestables sucesos como el de Niza, pero es humanamente inadmisible que se pretenda capitalizarlos con el sólo objetivo de perpetuarse en un poder que pasa por la repulsa mayoritaria de los franceses.

Articulos relacionados

EU: Se fertiliza el predio del pensamiento único

Redacción Voces del Periodista

Soberanía, lo que pudo haber sido y no es

Minería y la lista Forbes de los más ricos del mundo