VOCES OPINIÓN Por: Mouris Salloum George
Desde la gestión presidencial de Bill Clinton, en 1999 se impuso al gobierno de Colombia el Plan que lleva el mismo nombre de la hermana república, llamado eufemísticamente “para la paz y el fortalecimiento del Estado”.
Con ese modelo, George W. Bush le asestó a México la Iniciativa Mérida entre los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón Hinojosa.
Las familias mexicanas sufren las atroces consecuencias de la guerra contra el crimen organizado declarada por Calderón en 2006.
El periodo más exacerbado del Plan Colombia se registró durante el mandato de Álvaro Uribe Vélez, después acusado de haber promovido bandas paramilitares. El más destacado operador de esa estrategia, fue el general Oscar Naranjo.
Al final del día, los analistas internacionales más avezados, han dicho que el resultado del Plan Colombia ha sido que los jefes narcos quieren ser políticos, y los políticos, narcos.
En 2008, Álvaro Uribe Vélez ordenó la Operación Fénix de bombardeo sobre territorio de Ecuador.
El actual presidente colombiano Juan Manuel Santos, ex secretario de la Defensa por cierto, ha hecho todo esfuerzo por la reconciliación nacional, aceptando la sede de La Habana para las negociaciones de paz entre su gobierno y las FARC.
Desde su campaña electoral, Enrique Peña Nieto incorporó al general colombiano Oscar Naranjo como asesor en materia de seguridad pública y Seguridad Nacional. Los saldos están a la vista.
Al terminar sus respectivos mandatos, el colombiano Álvaro Uribe Vélez y Calderón Hinojosa se ayuntaron para combatir internacionalmente al gobierno bolivariano de Venezuela. Se les sumó el ex presidente chileno, Sebastián Piñera.
En recientes meses, aupados por la Secretaría de Relaciones Exteriores, se han desplazado por México, con gran acogida de los medios electrónicos, aquellos activistas venezolanos que quieren derrocar al gobierno de Nicolás Maduro.
Ese es el cuadrante histórico de los últimos 17 años en América Latina, convulsa desde el Río Bravo hasta La Patagonia.
El 10 de mayo de 2016, desde Nueva York, se conoció en México que la Asamblea General de la ONU auspició un foro sobre paz y seguridad, asignaturas en las que México no califica, según último reporte sobre Derechos Humanos en el mundo, emitido por Washington.
La espeluznante novedad sobre ese evento, es que la canciller mexicana Claudia Ruiz Salinas anunció en la ONU que el gobierno de Peña Nieto enviará su propia misión militar a Colombia, como ya lo hizo a Líbano y otros países.
Muy bien. Pero la pregunta obligada es, ¿qué calle busca México en Colombia? Se la dejamos de tarea a aquellos que de diplomacia saben.