Voces del Periodista Diario

¿Querían globalización? Ahí la tienen

VOCES OPINIÓN Por: Lic. Mouris Salloum George.

Nos resistimos a suponer que México no es más que una partícula al garete en el caótico universo de la globalización impuesta compulsivamente a nuestro país.

Pero la cortedad aldeana de nuestra diplomacia -más preocupada por lo que la OEA pretende hacer con el presidente venezolano Nicolás Maduro, que por la paz en Colombia- nos indica que no ha adquirido conciencia del grave asunto que en unas horas decidirá la suerte del llamado Viejo Continente: Europa.

Se trata de la llamada Brexit (salida británica) de la zona euro, que será puesta a voluntad de los ingleses mañana jueves al través de un referéndum.

Y el caso amerita el ejercicio memorioso. Héroe nacional por su combate desde el exilio por una Francia Libre en el entorno de la Segunda Guerra Mundial, Charles de Gaulle arribó al poder de la IV República en 1958. En referéndum logró la institución de la V República.

De Gaulle fue el impulsor primero de la Unión Europea pero, tras el mayo francés de 1968, se jugó su destino político convocando a un referéndum para consolidar su mando y afrontar las secuelas del movimiento estudiantil, ya articulado con acciones de orden sindical. Perdió y pasó a retiro.

La Unión Europea se encuentra ahora en el ojo del huracán, expectante de los resultados de la consulta popular en la que se resolverá si Gran Bretaña permanece o se retira de la alianza de 28 países europeos.

Dicen las encuestas que un 57 por ciento de la población inglesa vieja está por la separación, si bien un alto porcentaje de los jóvenes apostarían por la integración. La moneda está en el aire.

En el aire está también el mandato del Primer Ministro, David Cameron, quien todavía ayer dirigió un vehemente mensaje incitando al NO. No a la salida del mercado europeo.

Los líderes continentales de la Unión Europea han estado haciendo cuentas de los impactos económicos -de alcances catastróficos según algunas voces-, que de ganar el SI se producirán en la Unión.

Son milmillonadas de euros las que generarían inestabilidad en algunas economías de la Unión, de por sí estancadas y maltrechas. Ya los mercados bursátiles del mundo registran signos de desquiciamiento o pasmo frente aquellas hasta estas horas inciertas expectativas.

Los tecnócratas mexicanos se truenan los dedos

Viéndose su propio ombligo, nuestra diplomacia no levanta los ojos hacia aquel sensacional proceso. En cambio, los del gabinete económico mexicano cruzan sus dedos, rezando porque el ingrediente del SI inglés produzca, si no un respiro, al menos un suspiro.

No es para menos. A la volatilidad de las finanzas internacionales atribuyen todas las calamidades por las que pasan las mexicanas, empezando por las públicas.

El Banco de México mismo, no le encuentra la cuadratura al círculo al problema que implica la devaluación del peso, porque el margen de maniobra para disponer de la reserva en dólares para fondearlo, ha llegado a su límite.

La hora mexicana no puede ser más oscura. Dos años lleva Hacienda haciendo ajustes presupuestales. La definición europea se presenta precisamente cuando Luis Videgaray y sus estrategas están quemando meninges en la preparación de los criterios de política económica de 2017, preámbulo de la sucesión presidencial.

Nada de lo humano me es ajeno, decía el filósofo. Los tecnócratas mexicanos saben que nada de lo político en las finanzas mundiales les puede ser ajeno.

¿Querían globalización? Ahí la tienen. Ahora, o cabrestean o se ahorcan.

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