Voces del Periodista Diario

Si quieres la paz… prepárate para la guerra

VOCES OPINIÓN Por: Lic. Mouris Salloum George.

El 1 de diciembre de 2012, se prometió a nuestros compatriotas un México en Paz; eje rector, se subrayó, del plan sexenal de gobierno.

Han transcurrido ya unos mil 260 días y, aquellos que tienen interés en la Historia, se preguntan en memoria de don Porfirio Díaz, si tal paz no es la de los sepulcros.

Pero, si vemos hacia Morelos, Guerrero, Tamaulipas y otros estados de la República, se puede constatar que ni los muertos pueden descansar en paz.

¿Es imputable esa tragedia nacional sólo a las consecuencias de la Iniciativa Mérida o a la demencial guerra emprendida por Felipe Calderón contra el crimen organizado?

La pregunta tiene que plantearse de cara a otro fenómeno: La llamada violencia institucional.

Por violencia institucional, alguna escuela sociológica entiende la ejercida por el Estado contra sus gobernados cuando les niega los satisfactores para una vida tranquila y decorosa que depende, básicamente, de empleo estable y un ingreso económico suficiente para la manutención de la familia y la promesa de un buen futuro para sus hijos.

No hay punto cardinal del territorio nacional donde no tengamos, un día sí y otro también, noticias de una nueva rebelión de indígenas, campesinos, obreros o empleados víctimas del despojo de su patrimonio, la negación de apoyos institucionales para su actividad productiva y escuela y centros de salud seguros para la población.

Desde hace al menos tres sexenios, con más frecuencia de lo deseable, se invoca el “monopolio legítimo de la fuerza del Estado” para mantener a raya lo que, desde el gobierno, se tipifica como subversión, ahora elevada al grado de terrorismo como coartada para la represión.

En esta primavera, como signos palpables de esa ominosa tendencia, se reforman códigos militares para autorizar allanamientos incluso de las sedes del Poder Legislativo; se propone una ley reglamentaria artículo 29 de la Constitución para regular el Estado de excepción y se promueven reformas a la Justicia Cotidiana, que se denuncian como atentatorias a los derechos laborales, etcétera.

Está en la orden del día la reforma a la Ley de Navegación y Comercio Marítimo, por la que se militarizará la operación de los puertos mexicanos y sus áreas de influencia. Son 16 capitanías de puertos las que serían sometidas a ese esquema.

Esa iniciativa presidencial encaja en la lógica de militarización del macizo continental, que amenaza ya con abarcar incluso los procesos electorales.

El Frente Unido de Marinos Mercantes (Fumac) y la Unión Nacional de Transportistas Campesinos (Untrac) han calificado como una aberración esa proposición que pone en manos de la Armada de México el escrutinio de las leyes comerciales.

Como suele ocurrir con otros proyectos legislativos, esas organizaciones denuncian que iniciativa tan grave no pasa por la consulta a los sectores afectados.

Del clásico es aquella receta: Si quieres la paz, prepárate para la guerra -lo mismo si se trata de una amenaza extranjera o de una guerra civil. ¿Estamos ya en esa disolvente tesitura?

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