El Departamento de Policía de Las Vegas (Nevada, EE.UU.) pudo resolver un caso de violación y asesinato de una menor ocurrido hace 32 años, gracias a una donación que impulsó la realización de una prueba de ADN del presunto criminal pese a la poca cantidad del material genético al que se tuvo acceso, según lo reveló el órgano policial este miércoles en su cuenta de Twitter.
Se trata de Stephanie Isaacson, de 14 años, que salió de la escuela el 1 de junio de 1989 y nunca volvió a su casa. Su cuerpo fue hallado aquel mismo día estrangulado y con señales de violación, pero la Policía no logró identificar al autor del feminicidio en aquel entonces.
Sin embargo, un residente de la ciudad, Justin Woo, hizo una donación en noviembre del año pasado para fomentar la investigación de casos no resueltos con una mínima cantidad de ADN. El laboratorio Othram LabsTras, disponiendo solo de 120 picogramos de ADN (menos de 15 células humanas), tardó meses en realizar una secuenciación del genoma, pero finalmente logró identificar al presunto delincuente.
Los resultados determinaron que el crimen lo perpetró Darren Marchand, un residente que nunca será juzgado, ya que se suicidó en 1995. Tres años antes del asesinato de Isaacson, Marchand fue arrestado en relación con el homicidio de otra mujer. Sin embargo, en aquel entonces se escapó de las manos de justicia, al cerrar el caso la Policía. Como parte de la indagación, los especialistas compararon el material genético del supuesto asesino en ambos casos y el análisis demostró que pertenecía al mismo hombre.