* ¿Y si volvieras a ser niño? ¿Si imaginar fuera uno de tus talentos? Supongo que entonces podrías tenerlo todo.
Por Eder Zárate
CIUDAD DE MÉXICO, 09 de junio de 2019.- Los problemas en la vida siempre parecerán difíciles de resolver, así que lo importante será construir herramientas para resolverlos. Ese es el mensaje de El niño que se comió la servilleta de su sándwich, montaje que inició temporada el día de ayer en el Teatro La Capilla.
La obra presenta las aventuras de Rodrigo, quien va en sexto de primaria, es nuevo en la escuela, no habla con nadie en el salón y por si fuera poco se encuentra con Anselmo, un niño que lo molesta en compañía de Flor. La imaginación se vuelve su refugio para evadir las dificultades, pues a su corta edad y falta de experiencia no sabe cómo enfrentarlas y sólo platica con Lilí, su única amiga.
Es así como Anselmo se convierte en el “Doctor No” y en sus fantasías, Rodrigo lo vence como en las películas de acción o lucha libre, aunque en la realidad no logra confrontarlo. Al parecer su única alternativa es comerse su sándwich con todo y servilleta para ver si así se enferma y deja de ir a la escuela, pero pronto tendrá que valorar que es momento de actuar.
“Tener problemas en la vida adulta o infantil tiene sus dificultades y el mismo nivel de conflicto, para un niño puede ser encajar en una escuela nueva, intentar hacer amigos y sobrellevar los cambios familiares, así que no hay que demeritarlos”, aseguró el autor y director de la obra, Ricardo Rodríguez.
Destacó que la idea central de la puesta en escena es promover entre los niños una técnica lúdica de resolución de conflictos que consiste en ensayar distintos escenarios posibles de solución y aplicarlos en la realidad. Por ello, Ricardo Rodríguez aseguró que la historia se desarrolla desde un mundo infantil en el que no aparece ninguna figura adulta que pudiera condicionar las situaciones que se presentan.
“Hay que tener confianza en la habilidad asertiva de los niños. La asertividad es algo que se aprende y se trabaja (…) Hay que dejar que los niños se vayan adaptando y darles un voto de confianza”.
El elenco está integrado por Teté Espinoza, Sara Pinet, Hamlet Ramírez y Luis Eduardo Yee, quienes narran a los espectadores la historia mientras permanecen sentados frente a ellos.
“Están a viva voz tratando de actuar y encarnar personajes. Me interesaba tratar de no ilustrar o emplazar un relato en un presente continuo, con objetos, utilería y escenografía, sino apelar a la palabra y la imaginación de quien escucha”, dijo el director.
El niño que se comió la servilleta de su sándwich se presentará hasta el próximo 28 de julio con funciones los sábados y domingos a las 12:30 horas en el Teatro La Capilla, ubicado en la Calle de Madrid No. 13 en la Colonia Del Carmen en la alcaldía de Coyoacán. Entrada general: $200. *Descuento para estudiantes, maestros, INAPAM, vecinos de Coyoacán, Iztapalapa y Benito Juárez. Apta para mayores de siete años.