MÉXICO (Notimex) 26 de agosto de 2018.- Investigadores del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (IPICYT) obtuvieron carbón activado a partir de los residuos de maguey, que ayudaría a limpiar agua, aire y combustibles y generar un sistema sustentable.
Con este proyecto, se lograron establecer los parámetros más adecuados para producir carbón activado a partir de bagazo de agave, residuo proveniente de la industria del mezcal, el cual puede ser utilizado para remover algunos contaminantes orgánicos e inorgánicos presentes en agua.
El objetivo fue crear un producto de alto valor comercial y contribuir a la protección del medio ambiente, así como a la obtención de bonos de carbono, debido a los antecedentes del uso desmedido de recursos naturales para generar productos comerciales que ha ocasionado un severo impacto en el entorno.
La industria del mezcal en San Luis Potosí, produce más de cinco mil toneladas de bagazo de agave al año, que pueden ser aprovechadas para obtener el carbón activado, uno de los materiales más usados a nivel mundial, por su bajo costo y eficiencia.
De acuerdo el IPICYT, del Sistema de Centro Públicos de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, el carbón activado, cuya producción mundial es de al menos 1.4 millones de toneladas al año, se utiliza en la potabilización del agua, tratamiento de aguas residuales y emisiones gaseosas, catálisis, recuperación de metales preciosos, remoción de toxinas y mejorador de suelos como depósito de carbono, entre otros.
Los desechos orgánicos e inorgánicos que produce la industria en general deberían ser tratados y/o confinados adecuadamente, sin embargo, esto no siempre se lleva a cabo, lo que incrementa el deterioro ambiental.
Para este trabajo, cuyo responsable es el investigador René Rangel Méndez, se usó bagazo de agave Salmiana, el cual es un residuo lignocelulósico que se genera en la industria mezcalera, para producir carbón activado.
Actualmente la mayor parte de este residuo se incinera, contribuyendo a la emisión de gas invernadero y a la producción de cenizas, las cuales son contaminantes ricos en metales.
El carbón activado remueve algunos contaminantes orgánicos e inorgánicos presentes en agua. Además, debido a que se generan más de 17 mil toneladas de bagazo de agave (base seca) al año en todo el país, y dado que el contenido de carbono de este producto es de 45 por ciento en peso, se estima que la combustión de estos residuos generarían más de 28 mil toneladas de dióxido de carbono al año.
Por ello, la estabilización de estos residuos en forma de carbón activado representaría una reserva de carbono estable a largo plazo, que puede ser comercializada en bonos de carbono, y que mitigaría la contaminación ambiental por dióxido de carbono.
VP/Ciencia y Tecnología/EZ