Un equipo de cazadores de tesoros cree haber hallado pistas del escondite de unas 10 toneladas de oro pertenecientes a Adolf Hitler valoradas en casi 700 millones de dólares. Ahora, se preparan para realizar excavaciones en un palacio polaco utilizado como burdel por los nazis hacia el final de la Segunda Guerra Mundial, revelaron los investigadores a Daily Mail.
Tras analizar una serie de cartas de los oficiales de las tropas de la SS, los investigadores que forman parte de la fundación polaco-alemana Silesian Bridge descubrieron indicios de que el botín, compuesto por 48 cajas con oro y joyas, estaría oculto en un palacio del siglo XVIII, ubicado en el pueblo de Minkowskie, al sur de Polonia.
Según los documentos, los objetos valiosos fueron robados por orden del jefe de las SS, Heinrich Himmler, a fines del conflicto bélico. Se dice que el oficial utilizó el palacio como burdel y que ante el avance del Ejército Rojo en 1945, los nazis tuvieron que improvisar en un intento por salvar los objetos de la élite y del Banco Central de Alemania de la época.
Uno de los oficiales involucrados en ocultar el tesoro fue identificado como von Stein, quien solía quedarse en el palacio porque tenía una amante allí. El equipo descubrió una carta de von Stein a una de las chicas del establecimiento, llamada Inge, en la que le daba instrucciones para que le ayude a “cumplir con la misión”.
“Algunos transportes tuvieron éxito. Los 48 cofres pesados ??restantes del Reichsbank y todos los cofres familiares se los encomiendo por la presente. Solo usted sabe dónde se encuentran. Que Dios te ayude y me ayude a cumplir mi misión”, reza la misiva.
A juzgar por los expertos, Inge fue la persona designada por el oficial nazi para vigilar el escondite. “Ella creía que tendría que quedarse allí durante un año, tal vez dos, y que luego todo terminaría. Nadie creía entonces que la región quedaría bajo el control de la Unión Soviética”, comentó Roman Furmaniak, el director de la fundación del Silesian Bridge.
Según los informes, hubo un período de dos meses en 1945 cuando la mujer tuvo que esconderse en el bosque, “pero cuando regresó, la zona no había sido alterada”. Al final de la guerra con la derrota de Alemania, Inge cambió su apariencia e identidad antes de casarse con un hombre local y habría continuado cuidando el tesoro hasta su muerte, 60 años después.