WASHINGTON, (Sputnik), 11 de enero de 2021 .— Estados Unidos agregó a Cuba a su lista de Estados patrocinadores del terrorismo, anunció el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, en un comunicado.
“El Departamento de Estado ha designado a Cuba como Estado Patrocinador del Terrorismo por brindar apoyo repetidamente a actos de terrorismo internacional al otorgar puerto seguro a los terroristas”, dijo Pompeo.
Pompeo explicó que la última acción somete a Cuba a sanciones que penalizan a personas y países que realizan actividades de comercio con la isla, restringe la ayuda exterior de Estados Unidos, prohíbe las exportaciones y ventas de defensa, así como impone ciertos controles a las exportaciones de artículos de doble uso.
Y agregó: “Hasta que se respeten estos derechos y libertades, continuaremos responsabilizando al régimen”.
Pompeo señaló que la designación volverá a responsabilizar a Cuba y enviará un mensaje de que debe cesar su apoyo al terrorismo internacional.
El secretario de Estado señaló que Cuba ha rechazado las solicitudes de Colombia de extraditar a 10 líderes del ELN que viven en La Habana después de que el grupo se atribuyó la responsabilidad del atentado con bomba en enero de 2019 contra una academia de policía de Bogotá que mató a 22 personas e hirió a más de 87.
Pompeo señaló que Cuba alberga a varios fugitivos estadounidenses, incluida Joanne Chesimard, quien fue incluida en la Lista de terroristas más buscados del FBI por ejecutar al policía estatal de Nueva Jersey, Werner Foerster, en 1973 e Ishmael LaBeet, quien fue condenado por matar a ocho personas en las Islas Vírgenes de EEUU en 1972.
Ahora, la administración está tratando de completar el proceso pocos días antes de la toma de posesión del presidente electo Joseph Biden.
Biden ha expresado su intención de reactivar la política de aliviar las restricciones económicas y de otro tipo sobre Cuba, una política que se avanzó durante la administración Obama cuando los dos países normalizaron las relaciones bilaterales.
El actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, revirtió la política de Obama poco después de asumir el cargo en 2016 al restringir los viajes a Cuba, impulsar el embargo económico de Estados Unidos contra el país e imponer sanciones a los funcionarios cubanos.
Reacción de Cuba
“Condenamos la hipócrita y cínica calificación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo, anunciada por EEUU. El oportunismo político de esta acción es reconocido por todo el que tenga una preocupación honesta ante el flagelo del terrorismo y sus víctimas”, escribió el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla en su cuenta de la red social Twitter.
Condenamos la hipócrita y cínica calificación de #Cuba como Estado patrocinador del terrorismo, anunciada por EEUU.
El oportunismo político de esta acción es reconocido por todo el que tenga una preocupación honesta ante el flagelo del terrorismo y sus víctimas.
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) January 11, 2021
?Según un reciente artículo publicado por el periódico estadounidense The New York Times, incluir nuevamente a Cuba en esta lista sería un acto de “agradecimiento” de la Administración Trump a los grupos radicales de cubanoamericanos y otros latinos anticomunistas en Florida (sur) que ayudaron al actual Gobierno que concluye su mandato el próximo 20 de enero presidente a obtener “victorias electorales”.
Según expertos, esta decisión de última hora de la Casa Blanca entorpecería los planes de la nueva administración demócrata encabezada por Biden, para regresar a la normalización de las relaciones con La Habana, establecidas en 2014 durante la presidencia de Barack Obama (2009-2017), y eliminadas por Trump.
En mayo pasado, el Departamento de Estado de EEUU, incluyó a Cuba en una lista de “países certificados que no cooperan plenamente con los esfuerzos antiterroristas de EEUU”, que incluye además a Siria, Irán, Corea del Norte, y Venezuela.
En opinión de las autoridades de la isla, estas y otras medidas adoptadas por la Casa Blanca, buscan además recrudecer el bloqueo económico, comercial y financiero contra La Habana, establecido en 1962, que hasta la fecha acumula daños que ascienden a 144.413 millones de dólares, y tomando en cuenta la depreciación del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, estos daños ascienden 1.98 billones de dólares.
Además, pondrían una traba jurídica al próximo Gobierno estadounidense, a dar pasos de cara a una normalización de relaciones bilaterales entre Cuba y EEUU.