De acuerdo con la investigación realizada por la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EE.UU. (NTSB, por sus siglas en inglés), una de las causas del publicitado accidente aéreo del 26 de enero de 2020, en el que perdieron la vida nueve personas, entre ellas la leyenda del baloncesto Kobe Bryant y su hija Gianna, fue la decisión del piloto del helicóptero de continuar la ruta bajo reglas de vuelo visual.
Según un reciente informe publicado por el organismo este martes, Ara Zobayan, piloto de la aeronave operada por Island Express Helicopters Inc., se habría desorientado por la niebla y perdió el control del aparato.
Unos dos minutos antes del accidente, mientras se encontraba a una altitud de unos 140 metros sobre el nivel del suelo, el piloto le comunicó a una instalación de control de tráfico aéreo que estaba iniciando un ascenso para llevar el Sikorsky S-76 “por encima de las capas de nubes”. Tras alcanzar una altitud de aproximadamente 730 metros sobre el nivel del mar (cerca de 490 metros sobre el nivel del suelo), la nave comenzó a descender rápidamente y en giro hacia el suelo, y el controlador aéreo le pidió al piloto que comunicara “sus intenciones”. Por su parte, Zobayan creía que estaba subiendo a 1.200 metros sobre el nivel del mar (unos 975 metros sobre el nivel del suelo).
Entre tanto, un testigo vio al helicóptero salir de entre la parte inferior de las nubes aproximadamente uno o dos segundos antes de que se estrellara contra el suelo en Calabasas (California).
“Al accidente contribuyeron la presión autoinducida y el sesgo de continuación del plan del piloto, que afectaron negativamente su toma de decisiones”, reza el documento. Además, los expertos determinaron que “la revisión y supervisión inadecuadas del proceso de gestión de seguridad por parte de Island Express Helicopters Inc. también fueron factores que contribuyeron al accidente”.
“Desgraciadamente, seguimos viendo que estos mismos problemas influyen en la mala toma de decisiones de pilotos, por lo demás experimentados, en los accidentes aéreos”, afirmó el jefe de la NTSB, Robert Sumwalt. “Si este piloto no hubiera sucumbido a las presiones que se impuso a sí mismo para continuar el vuelo en condiciones meteorológicas adversas, es probable que este accidente no hubiera ocurrido”, concluyó.