La Secretaría de Salud cuenta con un Banco de Piel y Tejidos que lidera la actividad de almacenamiento de tejidos al interior de los Institutos Nacionales de Salud que se utilizan para la recuperación de pacientes quemados, informó Francisco Martínez Flores, jefe de División del Banco de Piel y Tejidos del Instituto Nacional de Rehabilitación.
La utilización de la piel tiene el fin de acelerar la recuperación de los pacientes que sufren quemaduras de tercer grado. 80% de los casos son niños menores de cinco años y adultos mayores de 60 años con alguna discapacidad.
El especialista detalló que no hay rechazo por implante de tejido en el organismo, porque la piel humana se utiliza como una cubierta biológica temporal, que no genera respuesta inmunológica y su función principal es cubrir la zona del cuerpo acelerando el proceso de cicatrización.
Las zonas del cuerpo más comunes donde se realiza el transplante de piel son tronco, abdomen, manos y muslos.
Por otro lado, Francisco Martínez señaló que la donación de piel y tejidos es muy importante y puede salvar vidas, porque la complicación más frecuente por quemadura es la infección por microorganismos. Cuando la piel se implanta, ayuda a disminuir el dolor y a mantener la temperatura del enfermo.
Comentó que el Banco de Piel y Tejidos está capacitado y autorizado para procesar y proveer piel a los pacientes quemados. Por eso todos sus procedimientos están regulados por el Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA), lo que garantiza la trasparencia en la asignación de tejidos a los hospitales que lo requieran.
Aseguró que la donación se realiza en instituciones donde se tiene un Programa de Procuración de Órganos y Tejidos. Hay donadores multiorgánicos, es decir, aquellas personas que en vida decidieron donar sus órganos para salvar vidas y los donadores que murieron a causa de un paro cardiaco.
Este procedimiento se realiza en hospitales registrados en el Padrón Nacional del Centro Nacional de Trasplantes, y son los familiares quienes con información previa, dan la autorización para que se lleve a cabo.
La donación de láminas de piel no es deformante ni mutilante, ya que se realiza con equipo especializado y delicado. Se toma una tira de la capa superficial con menos de medio milímetro de grosor, (como el grosor de una hoja de papel de china), de las zonas no visibles del cuerpo (zona posterior), por lo que no se ven marcas o cambio de aspecto físico.
Francisco Martínez invitó a la población a informarse sobre el tema para eliminar mitos y se tengan más posibilidades de salvar vidas en bancopiel@inr.gob.mx.