La Comisión Permanente del Congreso de la Unión recibió, en sesión solemne, a la presidenta de Brasil Dilma Rousseff, quien en su discurso ante los legisladores plateó la construcción de una economía fundada en la inclusión social, que permita el combate a la desigualdad, amplié y califique la educación de los pueblos de América Latina.
Un día después de la ampliación de los acuerdo México-Brasil, como parte de su visita a México, Rousseff dijo que ambos países “tenemos mucho que ganar con este acercamiento”.
En el salón de sesiones de la Cámara de Senadores donde sesiona la Permanente, refirió que ella y el presidente Enrique Peña Nieto acordaron medias concretas para intensificar las relaciones bilaterales, buscando llevarlas a un potencial de mayor cooperación de las dos economías más dinámicas de la región.
Refirió que uno de los principales retos de los gobierno es acabar con la pobreza y citó que en su país en los años recientes 36 millones de brasileños fueron llevados la clase media, en la que actualmente se ubica ahora más de 52 por ciento de la población. “El fin de la miseria es el principio de derechos más complejos y por ello más necesario”, indicó.
La presidenta de Brasil sostuvo que la alianza entre los dos países no inició ahora, y resaltó que México estuvo en la vanguardia del cambio histórico y ponderó que la Revolución de 1910 inauguró una era de conquistas sociales y políticas fundamentales para toda la región, además el país fue refugió de quienes desde Europa y del sur del continente americano abandonaros sus países para huir de la opresión, la muerte, la prisión y la tortura.
Antes el presidente de la Mesa Directiva de la Comisión Permanente, Miguel Barbosa (PRD) afirmó que México y Brasil tienen la obligación de trabajar juntos en la unidad de latinoamericana, no como un sueño sino como necesidad. “Deben ser aliados, sumar esfuerzos. Comprendamos de una vez, somo aliados, no adversarios”, expresó.
El senador perredista resaltó que México reconoce y celebra los resultados y esfuerzos del gobierno de Rousseff, así como el trabajo previo del presidente Luiz Inácio Lula Da Silva: “Brasil ha dado muchas lecciones la mundo, que se pueden resumir en la demostración de que es posible modernizar la economía, y al mismo tiempo, garantizar los derechos sociales básicos de la población”.
Al concluir la sesión solemne, Barbosa le sugirió ala presidenta de Brasil bajar del lugar que se le asignó en la Mesa Directiva por el pasillo de la izquierda. Esto porque para utilizar la tribuna, Dilma Rousseff había bajado por la derecha. Además se tomaron dos fotos oficiales, la primera de la presidenta con los integrantes de la Mesa Directiva y una más con todas las senadoras y diputadas integrantes de la Permanente. Además, otros legisladores aprovecharon para tomarse selfies con la presidenta.
Con información de La Jornada