No se gana todos los días una medalla de oro en un mundial, debió de pensar Pawel Fajdek (Polonia, 1989). Y aunque era la segunda vez que conseguía ser el mejor lanzador de martillo del mundo, Fajdek decidió irse de fiesta y celebrar el nuevo metal en la noche de Pekín (China), donde se disputa estos días el Mundial de Atletismo. A la vuelta, sin dinero, decidió entregar al taxista la medalla que acababa de ganar como pago por llevarle al hotel.
Según la web de noticias Tencent, Fajdek bebió algo más de la cuenta en la fiesta de celebración por su victoria. Ya lo había anunciado en zona mixta horas antes: “It will be a big party tonight” (habrá una gran fiesta esta noche). Pero nadie imaginó que fuese para tanto.
Cuando su 1,86 metros de altura y 128 kilos de peso consiguieron despejar la resaca horas más tarde, ya en el hotel, pidió ayuda a la policía china alegando que había perdido la medalla. Los agentes consiguieron recuperar el metal, pero el taxista insistía en que Fajdek no lo había extraviado, sino que el polaco le había pagado la carrera con ella.
Fajdek ganó el domingo la prueba de martillo con un lanzamiento de 80,88 metros, dos más que Dilshod Nazarov (Tayikistán, 1982) y el también polaco Wojciech Nowicki (1989), que fueron plata y bronce respectivamente. Fajdek ya fue campeón en los anteriores Mundiales, en Moscú 2013.
Con información de El País