Por Claudia Granell
México, (CG), 28 de octubre 2021
Los consumidores, y las empresas de TODO el planeta, se enfrentan a una escasez de productos, que va desde el café hasta el carbón, pasando por los chips para las computadoras.
Hay muchos elementos en juego, pero todo apunta a que, la principal causa de la escasez de productos en el planeta es la alteración en el comercio internacional, derivada de la pandemia de covid-19.
Las cadenas de suministro presentan cuellos de botella, que podrían prolongarse por varios meses.
Computadoras, calzado, artículos para la construcción, pelotas de tenis, textiles, autos, electrodomésticos, celulares, chips, o juguetes están guardados en contenedores de buques cargueros que no pueden llegar a puerto, o que permanecen a la espera de conseguir un espacio para el transporte marítimo.
En paralelo al cuello de botella en las cadenas de suministro estamos siendo golpeados por una crisis de semiconductores, que también tiene como punto de partida a la pandemia.
El impacto de la crisis de los semiconductores está siendo demoledor, de hecho, tiene ramificaciones muy profundas.
La escasez de semiconductores ha provocado que conseguir una tarjeta gráfica o una consola de videojuegos, sea una auténtica proeza, pero esta solo es la punta del iceberg, y es que la electrónica de consumo no es la única industria sobre la que ha recaído esta crisis. Los fabricantes de cualquier sector industrial, cuya producción dependa en mayor o menor medida de los semiconductores, también se están viendo profundamente afectados por la escasez de chips.
Compañías como Toyota o General Motors se han visto obligadas a reducir la producción de coches en algunas fábricas debido al déficit de estos componentes.