- Durante seis meses estarán en exhibición 450 partituras ilustradas del siglo XIX y XX, parte de un universo integrado por mil 500 de estos documentos
- Uno de los principales intereses de Carlos Monsiváis fue la música, pues para él tenía un doble valor, el musical y el visual: Beatriz Sánchez Monsiváis
Con la intención de revalorar la enorme producción musical de nuestro país y hacer del conocimiento público la existencia de 450 partituras ilustradas del siglo XIX y XX, parte de un universo integrado por mil 500 de estos documentos, pertenecientes a una de las diversas colecciones que dejara el cronista, escritor y periodista Carlos Monsiváis, se inauguró el miércoles por la noche la exposición Partituras Ilustradas Mexicanas, un tesoro inaudito, bajo la curaduría de Margarita Barajas.
Esta muestra dada a conocer en el marco del programa Noche de Museos que organiza la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, resulta una exposición sin precedente, manifestó Beatriz Sánchez Monsiváis en la apertura oficial, pues nunca en la historia de los museos en México se había dado importancia museológica a las partituras.
Sánchez Monsiváis reveló que uno de los principales intereses de Carlos Monsiváis fue precisamente la música, pues para él tenía un doble valor: el musical y el visual.
“Si uno quería saber si Carlos iba a empezar a trabajar, lo sabía a través de la música que había elegido. Su gusto por la música se refleja no sólo en la vasta colección de acetatos y CD’s que dejó, sino también en la colección de partituras, aproximadamente mil quinientas, que a lo lardo de 40 años adquirió. De éstas, se exponen más de 400”, indicó.
Dio a conocer que Monsiváis, en vida, ideó esta exposición que con ayuda de los integrantes del museo y Rafael Barajas El Fisgón se integró para mostrar una faceta más de las colecciones del Museo del Estanquillo.
Añadió que en la muestra se trataron aspectos de género; es decir, cómo la música ha conformado los roles de la mujer en la vida privada, pública, cuál ha sido su papel como portadora de la cultura musical y la del caballero, dentro del núcleo Aires del bello sexo.
En su intervención, la curadora Margarita Barajas manifestó que ha sido muy hermoso poder ver y revisar todo el material que Monsiváis coleccionó durante muchos años en su vida. Puntualizó que en esta experiencia única para un musicólogo, se le dio la oportunidad de entrar en un mucho que para todos es ya casi desconocido, y es que en realidad la música es nuestra memoria afectiva y esta música queda relegada en el pasado.
“Hemos tratado de revivir lo que significaba la música para nuestros habitantes tanto en el siglo XIX como en el XX”, aseveró.
Detalló que en el primer piso, donde se recreó un salón de música de finales del siglo XIX, se muestra cómo se vivía y se interpretaba la música de este tiempo, los usos y costumbres de la época. Esto, dijo, permite recrear un mundo tanto sonoro como visual porque las partituras están impresas con hermosas imágenes que también llevan a ese mundo.
El segundo piso, en cambio, se ocupa de la música después de la Revolución Mexicana; en la impresión musical se puede ver que la música tiene que ver con el teatro de revistas y la radio, se da a conocer cuáles eran los compositores más destacados.
“La exposición tiene el fin de mostrar que nuestra historia no solamente es variada, sino que esta misma nos ha ayudado a conformar nuestra identidad nacional. Nos importa que en esta exposición se entienda qué es lo que los propios habitantes del país reflejaban en sus quehaceres musicales, cuál era la alegría o duelos que se llevaban a cabo”, acotó.
Henoc de Santiago, director del Museo del Estanquillo, Colecciones Carlos Monsiváis, acompañado de la familia Monsiváis, señaló que adicionalmente a la muestra, se presentará un nutrido programa de actividades públicas conformado por conciertos de música mexicana a cargo de reconocidos artistas como el ensamble Yolocuicatl y el Melifón, con este último, grabaron un disco con partituras del siglo XIX, y donde también canta Margarita Barajas como soprano.
Además, conferencias académicas con especialistas de la Escuela Nacional de Música de la UNAM y el Centro Nacional de Investigación Documentación e Información Musical Carlos Chávez del INBA, así como algunas representaciones teatrales.
Al concluir el recorrido por las dos salas, las agrupaciones ejecutaron un recital durante una hora: Melifón en el primer piso, interpretó piezas sacras, himnos, alabanzas a la Virgen María y Zarzuelas del siglo XIX; Yolocuicatl, en el segundo nivel, a cargo del programa del siglo XX, a cinco voces cantaron como parte de la inauguración de esta exposición y Noche de Museos, un popurrí de José Gabilondo Soler Cri-cri y la letra Mi querido capitán.
Esta exposición se lleva a cabo con el apoyo de la Secretaría de Cultura capitalina, Conaculta, la Asociación Cultural El Estanquillo, Fundación del Centro Histórico de la Ciudad de México.