El fiscal nacional de Chile, Jorge Abbott, aseguró este miércoles que la nación pasó de ser un territorio de tránsito a uno de producción local de drogas y que las autoridades han detectado la presencia de los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG), las dos organizaciones criminales más poderosas de México.
“Tenemos que admitir que hemos iniciado la senda de aquellos territorios que albergan producciones locales de sustancias ilícitas y la instalación de cárteles dentro de sus fronteras”, afirmó Abbott durante la presentación del informe ‘Observatorio del Narcotráfico en Chile 2021’.
El fiscal nacional llamó a los titulares de las fuerzas de seguridad y justicia a ponerle un “freno” a la presencia de las organizaciones de narcotráfico que operan en el país suramericano. De acuerdo con el informe, el Cártel de Sinaloa y el CJNG han intentado ingresar al mercado chileno a través del Puerto San Antonio, en la Región de Valparaíso.
Asimismo, las autoridades chilenas advirtieron que las organizaciones dedicadas al narcotráfico también dominan los centros penitenciarios del país, lo que provocó un alza del 75 % en los homicidios cometidos al interior de las cárceles en los últimos cuatro años.
Aumento de decomisos
Las autoridades chilenas han registrado un alza del 29 % en el decomiso de plantaciones de marihuana y un incremento en el número de laboratorios de drogas sintéticas detectados en el territorio, al pasar de una a diez instalaciones desmanteladas entre 2018 y 2020.
Además, el reporte del Observatorio del Narcotráfico refiere que una droga sintética derivada de la ketamina, llamada ‘tucibí’, se ha convertido en la sustancia más incautada en el país, al pasar de 15 kilogramos detectados por las autoridades en 2017 a 133 en 2020.
Estos decomisos desvelan que “Chile ha elevado su capacidad de producción de drogas en suelo nacional”, afirmó la Fiscalía Nacional en un comunicado de prensa.
Entre 2015 y 2019, el Observatorio del Narcotráfico detectó que la mayor cantidad de droga transportada hacia territorio chileno e incautada por las autoridades venía de Paraguay (40,4 % del total de kilogramos decomisados); seguido por Bolivia (30,4 %); Argentina (12,3 %); Perú (7,8 %); y finalizando con Colombia y Ecuador (9,1 %).