Una fusión entre instalación y obra coreográfica ofrece el montaje “Hello”, de Rebecca Hilton, que inició anoche una breve temporada en el Teatro de la Danza del Centro Cultural del Bosque (CCB), en la Ciudad de México.
Como parte de la temporada “Otras latitudes”, la compañía dancística sonorense La Lágrima reflexiona, a través de la pieza, sobre el acto de ver y ser visto, así como en la manera en que los seres humanos reciben información y cómo la transmiten.
La pieza, interpretada por Rebecca Hilton y los bailarines Jessica Félix, Emmanuel Pacheco, Alejandra López-Guerrero y Marco Iván Ochoa, atrae al espectador desde el inicio de la obra, ya que algunas personas son invitadas a subir al escenario, convirtiéndose en parte de ella.
Los actores se colocan en cuatro cuadros que están dibujados en el piso y al ritmo de música contemporánea comienzan a realizar diversos movimientos, mientras que los invitados caminaban alrededor de ellos.
En el acto, dos bailarines y dos bailarinas plasmaban lo estético que puede ser la danza contemporánea.
Al cambio de música, los ejecutantes cambiaban sus movimientos, mientras que el público los observaba a muy poca distancia.
El equipo aprovecha la tiranía de la distancia y la transforma en un proceso creativo conceptual, a través de semblanzas dancísticas elaboradas en colaboración con los bailarines.
El proceso de “Hello”, que ofrecerá funciones hoy y mañana en el recinto antes citado, se llevó a cabo a partir de los medios de comunicación: Skype, Facebook, correo electrónico, teléfono celular, mensajes de texto, YouTube y Vimeo, además del tradicional trabajo presencial en el estudio.
En este sentido, la propuesta explora las posibilidades de un espacio comunitario y compartido (de manera literal y figurativa), para que, tanto los asistentes como los intérpretes, lo experimenten conjuntamente.
Producciones La Lágrima es una agrupación de danza contemporánea fundada en 1997 y dirigida por Adriana Castaños. Su objetivo es difundir el arte escénico, a través de proyectos de educación, promoción y creación artística.
El quehacer de la compañía se sustenta en procesos de investigación y exploración, vinculados a la experiencia personal de sus integrantes. El resultado es un producto escénico que incorpora drama, humor y musicalidad.
Se distingue por realizar trabajos que vinculan la danza con la comunidad sonorense, a través de espectáculos que han recorrido la entidad norteña, como “Mi libro favorito o como leer sin ser descubierto”, “El Bi-100, armando la historia” y “El Cascanueces”, versión contemporánea del ballet de Chaikovski.