BEIJING (Notimex) 08 de marzo de 2019.- La intervención extranjera en Venezuela llevaría “la ley de la selva” al país sudamericano, advirtió hoy el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, tras señalar que los asuntos internos de cualquier país deben ser resueltos por su propia gente.
El jefe de la diplomacia china recalcó que la interferencia extranjera y las sanciones internacionales contra Venezuela “solo agravarán la situación”.
China -aseguró Wang- continuará promoviendo la búsqueda de un arreglo político para el problema de Venezuela y apoyará a todas las partes en Venezuela para llevar a cabo un diálogo pacífico.
“Hemos repetido una posición muy clara respecto a Venezuela, que es que se ha de respetar la soberanía e independencia de los países“, afirmó Wang durante una rueda de prensa con motivo de la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular en la que expuso las claves de la política exterior de Beijing para este año, reportó China Daily.
El canciller y consejero de Estado destacó que el mundo está experimentando profundos cambios no vistos en un siglo y la diplomacia china ha llegado a un nuevo punto de partida.
“Nos mantendremos en el camino del desarrollo pacífico, trabajaremos para lograr resultados beneficiosos para todos, defenderemos los sistemas internacionales existentes y asumiremos más responsabilidades internacionales”, apuntó.
Respecto a las críticas de Estados Unidos a la relación de China con América Latina, Wang insistió que los derechos de los países latinoamericanos a desarrollar su relación con China deben ser respetados y no interferidos ni criticados.
Asimismo, explicó que en los últimos años han reforzado mucho su relación con Latinoamérica, en especial a través de la iniciativa de las nuevas rutas de la seda, conocida como la Franja y la Ruta.
En cuanto a Corea del Norte, Wang afirmó que China se ha comprometido con la desnuclearización y la solución pacífica del problema de la península de Corea y su papel es insustituible.
Consideró que la cumbre de Hanoi entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, fue un paso importante para resolver el problema.
Los líderes de ambos países superaron los obstáculos e intercambiaron opiniones cara a cara de manera sincera, lo que es un progreso positivo y debe ser aplaudido, agregó.
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