Por Francisco Martínez Romero
MÉXICO (Notimex) 10 de julio de 2019.- El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que tuvo algunas diferencias con el exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, particularmente en la presentación del Plan de Nacional de Desarrollo y el manejo de la Banca de Desarrollo.
Consideró que esta discrepancia de visiones pudo haber propiciado la salida del economista de la dependencia, además de que reveló, también tuvo diferencia de opinión con el jefe dela Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo; el exdirector del IMSS, Germán Martínez Cázares y la directora del SAT, Margarita Ríos-Farjat.
Tras refrendar el compromiso de su gobierno para cambiar la política económica del país, la cual “fue un fracaso y solo benefició a una minoría”, López Obrador indicó que no se detendrán los cambios, por lo que “es mejor acostumbrarnos y entender el contexto, las circunstancias, de cambios que se van a seguir dando”.
En ese sentido, el mandatario federal consideró que puede haber otras renuncias en su gabinete, ya que hay puntos de vista diferentes, discrepancias, “pero nada para rasgarse las vestiduras, los cambios son así”, y aunque confió en que no sean muchos los ajustes que haya, dejó en claro que “tampoco va a ser camisa de fuerza”.
Indicó que Urzúa “es un hombre con criterios, como nosotros. Tuvimos, entre otras discrepancias, lo del Plan de Desarrollo, que hubo dos versiones y la versión que quedó es la versión que yo autoricé, que incluso me tocó escribirla, porque había otra versión, y sentí que era continuismo”.
Esa propuesta, dijo, no reflejaba el cambio, pues pareciera que la había escrito el exsecretario de Hacienda Agustín Carstens o el economista José Antonio Meade, quienes tienen concepciones muy distintas a las del mandatario.
Reveló que Carlos Urzúa le confió que estaba inconforme y le propuso dar a conocer su renuncia hasta el sábado para no afectar los mercados, a lo que el presidente le respondió que los financieros también tienen inteligencia e información y que lo importante era generar confianza.
“Entonces, el planteamiento fue ya, lo más pronto posible, vámonos. Y sí hubo algún ajuste en el movimiento del peso, pero el peso está fortachón, aguanta y se recuperó, y se va a seguir recuperando porque tenemos finanzas públicas sanas, porque tenemos buena recaudación, porque hay un manejo del presupuesto ordenado”, expuso.
López Obrador subrayó que en un gobierno democrático y que tiene como propósito transformar al país, siempre existen discrepancias.
Se trata, dijo, de un proceso de transformación, “hasta podríamos decir que se trata de una ruptura”, porque no es un simple cambio de gobierno, sino de régimen, lo que lleva a que haya discrepancias, “que se produzcan, incluso enfrentamientos al interior del mismo gobierno, del mismo grupo”.
En Palacio Nacional, el presidente subrayó que lo importante es que el gobierno continúa su marcha sin problema; “porque ya no somos nosotros los fundamentales, no somos los hombres los más importantes, las mujeres, sino es el proceso de transformación que está echando a andar”.
VP/Nacional/EZ