El secretario de Hacienda, José Antonio Meade, y el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, reiteraron que México tiene fundamentos sólidos para enfrentar como en otros episodios la volatilidad prevaleciente.
El secretario de Hacienda, José Antonio Meade, anunció que se procederá a ajustar las políticas fiscal, monetaria, financiera y comercial buscando que se preserven los fundamentos macroeconómicos sólidos que son esenciales para preservar el valor real de la moneda y mantener una senda de crecimiento económico sostenido con estabilidad financiera.
Afirmó que se acelerará la instrumentación de las reformas estructurales con el fin de mantener la dinámica del mercado interno y descartó un impacto inmediato en el marco normativo del comercio de bienes y servicios y flujos financieros entre ambos países.
“Habremos de buscar con la Cámara de Diputados la pronta aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2017”. En el corto plazo, agregó, las autoridades estarán vigilantes de la evolución de los mercados financieros.
“El gobierno de la República y el Banco de México tomaremos las medidas que sean necesarias de manera coordinada con el objeto de mantener el funcionamiento adecuado de los mercados”, dijo.
En un mensaje conjunto, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, señaló que en el ámbito de su competencia el banco central tomará las medidas necesarias de política monetaria para mantener una inflación baja y estable.
Para ello, como estaba programado, la Junta de Gobierno sesionará para consideraciones de política monetaria la próxima semana, señaló.
Ante el triunfo sorpresivo del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, las autoridades financieras mexicanas reconocieron que se ha presentado un escenario de incertidumbre con episodios de volatilidad, pero destacaron que el comportamiento de los mercados se han mantenido ordenado.
Meade aseguró que México está en una posición de fortaleza para enfrentar el nuevo entorno con políticas fiscales y monetarias responsables y oportunas con un sistema financiero bien capitalizado sin problemas de liquidez.
Destacó la fortaleza fiscal del país en un proceso de reformas estructurales con un incremento de casi cinco puntos porcentuales del PIB de recaudación tributaria entre 2012 y 2015 y con un programa de consolidación fiscal consistente con la Ley de Ingresos para la Federación para 2017, que ya fue aprobado por el Congreso de la Unión.
“No se requiere que el gobierno federal acuda a los mercados internacionales durante 2016 y 2017”, dijo Meade.
Aseguró que el país prevé superávit para 2017 y una inflación de alrededor de 3 por ciento, anclada con reservas internacionales de 175.1 mil millones de dólares, lo cual es suficiente para cubrir la tenencia total de deuda interna de los inversionistas extranjeros.
Además, citó la línea de crédito flexible del FMI 86.2 mil millones de dólares y un sistema bancario con un nivel de capitalización de 14 por ciento y suficiente liquidez para cubrir episodios de estrés.
También se acelerará la ejecución de las reformas estructurales “y estaremos vigilantes y tomaremos las medidas necesarias para mantener la estabilidad”. La comisión de cambios estará pendiente para evitar movimientos erráticos, dijo el secretario de Hacienda.
(Nota de Israel Rodríguez para La Jornada)