El organismo propone dar la oportunidad a todos los mexicanos de desarrollar competencias superiores y relevantes.
CIUDAD DE MÉXICO, 15 de enero de 2018.- En México, sólo el 54 por ciento de los jóvenes de 15 a 19 años continúa sus estudios de nivel medio superior (preparatoria y bachillerato), reveló la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que está integrada por 30 “economías democráticas”.
Ese 54 por ciento, apuntó, es el más bajo entre los países de la organización y está muy por debajo del promedio del organismo, que es del 84 por ciento.
Agregó que a pesar de que en México, los beneficios de cursar educación superior están entre los más elevados de los países de la OCDE, sólo el 16 por ciento de los adultos (de 25 a 64 años) ha cursado este tipo de estudios, lo que representó la proporción más baja de los países de la organización, en 2015.
En el Resumen Ejecutivo del Diagnóstico de la OCDE sobre la estrategia de Competencias, Destrezas y Habilidades de México 2017, expuso que debido a lo anterior, nuestros país tiene una mano de obra poco calificada en términos comparativos.
“Como resultado, México tiende a especializarse en actividades de bajo valor agregado, lo que redunda en la preponderancia del empleo informal, que se calcula representa 52.5%.”
Explicó que, en consecuencia, los trabajadores de la economía informal mexicana tienen, en promedio, menos probabilidades de recibir formación y de participar en prácticas de alto rendimiento en el lugar de trabajo, que hagan más eficiente el uso de sus competencias, además de que laboran en empleos precarios y de baja calidad.
Agregó que las empresas que operan en el sector informal, suelen realizar menos inversiones de capital e invertir menos en formar a sus trabajadores o modernizar la producción, lo que conlleva una menor productividad y crecimiento.
Apuntó que para la sociedad, contar con un gran número de trabajadores informales supone mayores costos sociales y pérdida de ingresos fiscales; recursos que podrían haberse invertido en ampliar las prestaciones educativas y formativas.
La OCDE subrayó que al dar la oportunidad a todos los mexicanos de desarrollar competencias superiores y relevantes, y al apoyar a los empleadores para que mejoren la gestión de sus recursos humanos, México podrá incrementar sus niveles de productividad y, por tanto, los incentivos para que los empleadores contraten a trabajadores en el sector formal.
“Las competencias son la piedra angular de la prosperidad de México y del bienestar de su población. Promover mejores competencias y más igualitarias, sobre todo para las mujeres y los jóvenes, sentará las bases para construir una sociedad más equitativa y cohesionada”, concluyó.
VP/Economía/JSC