Para algunos es un pasatiempo y para otros una obsesión, sin embargo, para los más “trucha” como la pequeña Miranda, de Kentucky, Estados Unidos, la fiebre de Pokémon Go es todo un negocio.
La niña de sólo 10 años (impulsada por conseguir un nuevo smartphone y poder jugar la popular aplicación) decidió colocar su establecimiento llamado “pokéstop shop” en donde los jugadores podrán conseguir botanas y bebidas a quienes conformen los equipos Mystic, Instinct y Valor.
La hermana mayor de Miranda, publicó una fotografía del puesto ambulante en Reddit donde tuvo una retroalimentación para ajustarse a los colores de los equipos, algo que incrementó sus ventas; en una semana juntó 100 dólares, lo suficiente para hacerse de su nuevo teléfono.