Voces del Periodista Diario

Opinión: Steel Wars (Guerras del Acero)

Oikos

Por Juan Ramón Jiménez de León (*)

Este primero, de junio reiniciaron las guerras del acero. El ambiente está candente, primero, por la ola de calor que está afectando todas las actividades económicas, sociales y políticas; segundo, porque las campañas presidenciales entran en su último mes (afortunadamente) y tercero, porque como no hicieron lo que propusimos en nuestro más reciente viaje a Monclova, en el sentido de que era necesario establecer salvaguardas, especialmente en lo que a empleo se refiere. Nos hicieron una entrevista y todo pasó como si nada.

Ronald Reagan. (Especial)

Ahora, el enloquecido inqulino de la Casa Blanca -que un día nos insulta y el otro, también se decidió a imponer tarifas arancelarias al acero (a México, Canadá y la Unión Europea). Trump se cree una reedición de Ronald Reagan, quien en los 1980 declaraba la primera gran guerra del acero, que era la resultante del entorno mundial del segundo embargo petrolero de Irán, que impulsaba los precios del petróleo de 11 a 40 USD/barril y obligaba a Estados Unidos a iniciar una Reconversión Industrial.  De esta forma, se iniciaba la destrucción de las viejas industrias altamente contaminantes, entre ellas la siderúrgica. Eran estrujantes las caídas de los altos hornos en todo el Midwest y se daba impulso a las miniacerías que iniciaban a partir de la chatarra y no como las grandes siderúrgicas como US Steel (USX),  que eran industrias integradas con la industria del carbón mineral y del mineral de hierro.

La industria del acero mutaba también en la producción tradicional del acero, mediante el Alto Horno (AH) y el horno de oxigeno (BOF), hacia el proceso de Reducción Directa. Se nos olvida fácilmente que el entonces poderoso Grupo Industrial Monterrey (GIM) acababa de producir su patente HYLIII (HYLSA) y que desarrollaba una ruta alterna al Alto Horno, llamada de Reducción Directa O DRI + Horno Eléctrico para producir fierro-esponja, utilizando pellets (canicas de acero) en lugar del sinter (fierro molido) de AHMSA.

Entonces, internamente se desataba una guerra del acero entre ambas empresas y ambos modos de producción y que terminaron en un empate técnico al crearse el Proyecto cardenista y echeverrista de SICARTSA, donde se negociaron los yacimientos de hierro de Peña Colorada (Colima) que pertenecían a GIM, a cambio de ceder la producción de acero mediante la ruta del fierro esponja que sustituía al arrabio (acero primario) de AHMSA.

Luis Echeverría Álvarez. (Especial)

Para esos años, EUA y Japón se ponían de acuerdo para copiar la patente HYLIII, resultando MIDREX, con el agravante de que dejaron a HYLSA fuera del mercado de Estados Unidos, Japón y Europa, y sólo le dejaron los mercados de Medio Oriente, África y Lejano Oriente. Luis Echeverría lograba un acuerdo con Don Eugenio Garza Sada, de abrirle el mercado de China, lo que significó que Estados Unidos conspirara para eliminar a SICARTSA y de paso a Don Eugenio Garza Sada.

AHMSA tenía en esos años 33 empresas y funcionaba perfectamente, llegando a producir 4 millones de toneladas/año. Pero en 1993, al privatizarse (fraudulentamente) con Salinas, no ha podido avanzar de esa marca estatal. Para esos años, la coreana POSCO (Pohang Iron and Steel), producía la misma cantidad y en los años que corren, produce 20 millones de toneladas de acero y sin tener el carbón y hierro que tiene AHMSA, lo que demuestra que privatizar no es la panacea.

POSCO es paraestatal (25% del capital es del Gobierno, 25% de los bancos, 25% de los trabajadores, en base a su productividad y NO del sindicato y 25% cotiza en la Bolsa); además, ya es productora global de aceros especiales (eléctricos, inoxidables, de alta velocidad y de alta resistencia), mientras AHMSA sigue produciendo aceros corrientes o al carbono de bajo valor agregado.

Ronald Reagan (i) y George Herbert Bush. (Wikipedia)

LEA todavía incentivó al GIM otorgándole la patente de producción de autos alemanes Borward y le instaló la fábrica en la misma ciudad regiomontana, en la salida a Monclova; pero la CIA (léase George Bush, luego vicepresidente con Ronald Reagan a quien quiso eliminar en un atentado), estaba muy preocupada por el enorme desarrollo del Capitalismo de Estado Mexicano -al que no bajaba de socialista-, dado que superaba en sus tasas de crecimiento sostenido de 6% anual, generando 1 millón de empleos directos y con alto poder adquisitivo, al Capitalismo Mega Corporativo de Estados Unidos, que no superaba la tasa de 2% anual y sigue estancado todavía en esas ridículas cifras, compartido con el México neoliberal. Un apunte: China no baja de crecer a tasas de 9% anual desde los años 70 hasta la fecha.

La CIA de George Bush intervino en México para eliminar a Don Eugenio Garza Sada, utilizando a los Encapuchados de Chipinque (San Pedro Garza García, el municipio conurbado más rico del país) integrado por personajes de la gran oligarquía regiomontana. Entre ellos se menciona a Andrés Marcelo Sada, Adán Elizondo, Eugenio y Alejandro Garza Lagüera, Adrián Sada Treviño y Camilo G. Sada, quienes desmantelarían el poderoso GIM y lo convertirían en una maquiladora.

Como en las películas de misterio, los beneficiarios del asesinato de Don Eugenio, fueron sus familiares, y por lo tanto, sospechosos en primera línea de ese hecho criminal que dividió y acabó con el Capitalismo de Estado Mexicano, mientras China arrancaba en esos años con 27 empresas paraestatales (SOEs o Guayou Qiye) y en la actualidad suman más de 500 megacorporaciones, consideradas dentro de la categoría de Forbes 500, por el tamaño y flujo de efectivo (EBITDA).

Esas SOEs están controladas por un ente público llamado SASAC (algo parecido al IMCE-Instituto Mexicano de Comercio Exterior de LEA y al MITI –Ministerio de Industrias y Comercio del Japón), controlado directamente por el Partido Comunista Chino (PCCh), que tiene su Colegio de Administración para producir los cuadros gerenciales de las mega SOEs llamadas Rinocerontes.

Asesinato de Eugenio Garza Sada. (Especial)

Dentro del Comité Central del PCCh, de 356 miembros, 198 son miembros titulares y 158 suplentes. El Comité Central está compuesto por 24 personas que forman una estructura más reducida de 9 personas, llamado Buró Político, que se reúne de manera periódica a lo largo del año.

A su vez, estos nueve miembros del Buro forman el Comité Permanente, la máxima cúpula de poder del PCCh. El Buró tiene bajo sus órdenes, un órgano gerencial de 47 miembros que pertenecen a las 120 corporaciones Rinocerontes.

Los aranceles de 25% que Trump está aplicando a los productos siderúrgicos mexicanos va a afectar de inmediato a la cadena productiva del acero, la segunda más importante después del petróleo, ya que el acero afecta a la industria minera y energética (efectos hacia atrás) y las industrias que utilizan el acero como materia prima (efectos hacia adelante) como la automotriz, la de línea blanca (refrigeradores, lavadoras, estufas), la naviera, la ferroviaria, la aérea, la de la construcción entre otras.

Desde los años 80, México abandonó la producción de la Matriz de Insumo-Producto de Leontieff (Premio Nobel de Economia 1973); inclusive se “quemaron” sospechosamente las oficinas del INEGI que estaban en Eje Central y Arcos de Belén. Lo que existe ahora son simples proyecciones. La matriz de Leontieff nos da los costos contables de producción de 500 ramas industriales que se pueden agregar a 28 sectores macro, y que también nos puede dar la situación sectorial y regional del país, pero la sustituyeron por modelos de planeación indicativa como el Modelo Wharton, llamado en aquellos años WEFA (Wharton Econometrics Forecasting Associates) de la famosa escuela de Negocios de la Universidad de Pensilvania, donde estudió Trump (y donde se ve que no aprendió nada).

Su hija Ivanka estudiaba entonces Economía y era compañera del hijo de Oliver North, el coronel encargado de la Operación Irán-Contras de Reagan-Bush. Oliver está ahora a cargo de la nefasta Asociación del Rifle (NRA); en fin, el modelo WEFA fue desarrollado por Lawrence Klein (Premio Nobel de Economia 1980) e introducido a México por el Tecnológico de Monterrey (ITESM). México perdió el rumbo económico y político con el asesinato de Don Eugenio y produjo en 1977 una infame Partidocracia o Dictadura de Partidos que ha resultado en una Kakistocracia que gasta mucho, es soberbia y cínica, cleptocrática y genocida.

(*) Economista. Contacto: @oikosunam

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