Por Héctor Chavarría Rodríguez
“Para abril, o para mayo…” rezaba una vieja canción.
Hay en estos dos meses, todo tipo de fechas para conmemorar, de todos los colores, sabores y para todos los gustos: las oficiales, las comerciales y las otras: De las cuales ni quien se acuerde.
Por supuesto, las más notorias son las comerciales, por lo menos son aquellas que son convertidas en “importantes” porque representan intereses donde hay mucho dinero de por medio. Pero ¿qué pasa con otras fechas para recordar? Simplemente no existen porque no le importan realmente a alguien. En realidad las fechas conmemorativas son de dos clases: aquellas en las cuales ocurrió algo que merece la pena de ser recordado y aquellas otras que han sido creadas para recordar algo.
A time to remember
El mes de abril y el radiante mayo, son meses llenos de fechas para recordar, nada más en abril y de volada murieron: Emiliano Zapata (asesinado), Pedro Infante (su avión casi me cae encima en Mérida), Octavio Paz, María Félix, Adolfo Hitler (quien también nació en abril), Franklin Delano Roosevelt, el Dr. Livingstone en África (aquel a quien fue a buscar el periodista Stanley), el escritor y dramaturgo fracasado Bram Stocker —el creador de la novela Drácula: días antes de su deceso, se hundió la Titanic opacando entre otras cosas, la muerte del pobre Stocker—, la Legión Extranjera francesa, en el siglo XIX —en su segunda misión en el extranjero—, sufrió en México su derrota más representativa en Camarón (fecha sagrada para los legionarios), y se festeja el Día del Niño, claro esta última fecha es la que más se recuerda porque los niños, bueno sus padres, representan un buen ingreso económico, por consiguiente de lo que más se habla en México el 30 de abril es del día del niño. Dejando a un lado, batallas suicidios de conocido dictador y esposa y, otras cosas como, ahora hablamos de ellas…
Olvidando de paso que en esa fecha (en 1945), Adolf Hitler hizo su más laureada obra benéfica: meterse un tiro por el hocico, su esposa Eva prefirió el cianuro… y, que es el día de Beltán, un simpático diablillo y la noche; 30 de abril al 1° de mayo, de Walpurga o Walpurgis… una fémina diablo-vampiro y lo que se acumule; al parecer de peor carácter o con más excitantes turgencias que la dulce cosmetóloga Erzbeth Bathory Ladasny o la enojada punketa Lizbeth Salander (la del dragón tatuado) o bien, mi favorita la lúbrica y rebelde feminista Lillith.
Pero regresando a abril: ¿quién se acuerda del combate de Camarón?
Ni quien lo haga, a veces parece que ni siquiera en la Sedena se acuerdan, ahí donde más deberían recordarlo y festejarlo, ya que en aquella fecha (30 de abril de 1864), los mexica le dieron una sonora patada en salva sea la parte, a los feroces integrantes de la Legión Extranjera, en la hacienda de Camarón, en Veracruz. En los EUM no hay quien se acuerde, aunque en Camarón hay un bonito monumento; los legionarios (esos de la pequeña boina verde) por su parte, consideran esa fecha la más sagrada de su calendario.
En el año 2012 por lo menos se recordó a la Titanic pues se cumplieron los cien años de su tragedia y con tal motivo fue reestrenada la cinta de Cameron, ahora en 3D para ver en más detalle morir por hipotermia a Di Caprio (al parecer le sirvió de entrenamiento para sobrevivir en The Revenant en la cual el frío le vale madre y de paso llevarse un Oscar)… sin embargo, salvo algunos pocos y quien esto escribe, recordaremos a Bram Stocker, quien murió (al parecer gritándole a un tal señor Strogoi de afilados colmillos que parecía estar al pie de su cama que se alejara), el 20 de abril de 1912… fecha aquella del 23 cumpleaños de Adolf Hitler, quien nació en 1889, en una posada de Braunau del Inn, en Austria.
Hemos notado que nuestro pequeño esfuerzo por recordar al caballeroso diputado Manuel Uruchurtu, ha resultado en la mención de su gesto en la TV y otros medios, ya no hay personas así, se lo merece. Me agradaría mucho llevar su caso a otras instancias para hacerle a Uruchurtu un monumentu a su gustu, o depositar una plaquita con su nombre en la Titanic, si alguna vez (por milagro) esas instancias hicieran caso… su pariente, el que fuera regente de CDMX, no merece ser recordado más que por sus gladiolas inmortalizadas por “Palillo” y su feroz conservadurismo que acabó con la vida nocturna de esta sufrida megalópolis.
En cuanto a los niños, cada país elige sus fechas y los japoneses, por ejemplo, tienen un día para las niñas y otro para los niños, ¡ahí si hay separación de sexos! El ignaro y nesciente ranchero Fox hubiera sido feliz de saberlo, en caso de haber leído otra cosa que no fueran las tiras cómicas, como el ignaro nesciente apodado el bronco: ¡chiquillas y chiquillos!
Mayo de mis amores
El primero de mayo celebramos el Día del Trabajo, esa si es una fecha internacional, pero en los EUM se recuerda mayo más bien por otras dos fechas, el día cinco, cuando los mexica derrotaron a los franceses en Puebla… porque Zaragoza, Porfirio Díaz, López Portillo y los zacapoaxtlas eran unos chingones y el comandante francés un redomado pendejo (ver el diccionario del chingolés). Y, de manera adecuada el “día del maestro” pasa a segundo término, en especial luego de verle la cara a la ahora encarcelada doña Esther y las “divertidas” marchas en el CDMX, Oaxaca, Guerrero & anexas por parte de los ‘maistros’ disidentes, a los cuales debería dejar de pagárseles y luego correrlos como los nacos que en realidad son, meterlos a la cárcel no sería mala idea, aunque se moleste el peje. Abunda en este país gente culta sin trabajo, muy capacitada para dar clases de lo que sea.
Casi todos los ocho miles de los Himalaya y anexas fueron conquistados en ese mes, antes del monzón. Sin embargo, esa es otra historia. Pero sobre todo, mayo es importante en México por el día 10, el de “las cabecitas blancas”.
El día de las madres, no fue elegido por algún hecho notorio de alguna madre, simplemente se promovió por iniciativa personal del señor Rafael Alducin, fundador de Excélsior desde la, ya injustamente desaparecida (asesinada) madre del periódico; Revista de Revistas, al parecer en homenaje a la suya… la del ñor Alducin. Y, los actuales dueños del rotativo, han mostrado ya su amor a su madre, a la suya; Revista de Revistas, la mataron antes de que cumpliera sus 100 años en el pasado 2010.
Por cierto, hay unas madres homenajeadas en mayo, en Cochabamba, Bolivia… mujeres que lucharon por la independencia de ese país, hay ahí un bonito monumento erigido a ellas.
El feo monumento erigido en CDMX en homenaje a las madres, el ñor telúrico del segundo 19 de septiembre, en 2017, se encargó de darle en la madre. Pero, matricidas de Excélsior y terremotos aparte… El “día de las madres” es una fecha que en especial sirve para acordarse de mamita ese día y para olvidarla el resto del año; es una fecha en realidad vacía, aunque conveniente.
Claro, como además es propicia para los regalos, los comerciantes comienzan a bombardear a la gente desde mediados de abril, se trata sobre todo de hacerle a las madres la mayor cantidad posible de regalos, generalmente de electrodomésticos para que las cabecitas blancas sigan trabajando pa’ the family.
La verdad, hay madres para quienes un día de festejo al año es insuficiente, porque debieran ser recordadas todos los días, para otras un día es excesivo porque mejor sería olvidarlas, algunas otras, pocas por fortuna; merecen la horca. Y, como dato al calce, muchos consideran MADRE como “mala palabra” ¿será?
Ahora bien, ¿los mexica, los actuales pobladores de la CDMX, lo de chilangos es un desmadre inmerecido, los huachinangos nos valen madre, quienes viven en la Ciudad de México, somos mexica, cual debe, recuerdan de verdad a sus madres?
Veamos un pequeño ejercicio de memoria, para refrescárselas…
Se nos ocurre preguntar (y conste que ahora yo si puse el apellido de mi madre en mi firma): ¿Cuántos usan su segundo apellido, el de mamá?, ¿cuántos recuerdan el apellido materno de sus ídolos, digamos del fútbol? ¿Cuántos saben el apellido materno de los “próceres” de la Patria? Les pongo dos muy fáciles: Benito Juárez ¿y? Porfirio Díaz ¿y? Bueno, como soy malo por naturaleza no puedo resistirlo; Jorge Negrete ¿y?, María Félix ¿y? (eso suponiendo claro, que “la doña” haya tenido madre)…
Pero, ¿de verdad les importa a los actuales mexica el día de las madres? O tal fecha —como sospechamos—, sólo es un pretexto comercial más.
La neta yo me inclino más por lo segundo, lo cual es muy obvio…
VP/Opinión/EZ