TAIPÉI, (Notimex), 28 de octubre de 2017.- La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, realizará escalas en Guam y Hawai, territorio de Estados Unidos, en el marco de una gira por tres naciones del Pacífico Sur en un esfuerzo por romper el aislamiento diplomático impuesto por China, que presentó una queja a Washington.
Tsai visitará las islas Marshall y Salomón junto con Tuvalu, mientras tiene previsto una escala en Hawaii y otra en el territorio de Guam. Los tres primeros países se encuentran entre solo 20 naciones que extienden el reconocimiento diplomático formal a Taiwán.
Los viajes de Tsai siguen al cambio de relaciones diplomáticas entre Panamá y Beijing en junio pasado, luego que el país centroamericano dejó de reconocer a Taipei, en lo que fue visto como un importante retroceso diplomático para Taiwán.
“Queremos demostrarle al mundo que Taiwán es capaz, y está dispuesto a hacer más contribuciones a la comunidad internacional”, señaló Tsai este sábado antes de su partida.
En Marshalls y Solomons, Tsai encontrará una “oportunidad para comprender mejor las necesidades de desarrollo sostenible de los dos países y determinar cómo (Taiwán) puede ayudar en línea con una diplomacia firme”, indicó el gobierno en un comunicado.
En Beijing, el vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores, Geng Shuang, exigió que se prohíba a Tsai transitar por Estados Unidos, que, al igual que la mayoría de los países, solo tiene relaciones extraoficiales con Taiwán.
“En cuanto al tránsito del líder de Taiwán en Estados Unidos, creo que su verdadera intención es clara para todos”, sostuvo Geng en una conferencia de prensa.
El representante chino subrayó la importancia de que Estados Unidos llevará a cabo “acciones concretas para mantener la estabilidad” tanto de China como de Taiwán y le solicitó al gobierno de Washington que “no mande señales erróneas”.
Geng expresó su deseo de evitar que Tsai hiciera dichas escalas en el Pacífico Sur quizás por el temor de posibles encuentros diplomáticos entre representantes de Estados Unidos y Taiwán.
China reclama soberanía sobre el gobierno democrático y autónomo de Taiwán, que se separó del continente en medio de una guerra civil en 1949, y ejerce presión diplomática y económica para limitar las relaciones internacionales de la isla.
Washington no reconoce formalmente a Taiwán, pero mantiene estrechos lazos económicos, diplomáticos y militares con la isla.
Si bien defiende oficialmente la “unificación pacífica”, China nunca ha renunciado a su amenaza de utilizar la fuerza para obtener el control de Taiwán, que la considera una provincia en rebeldía.
La gran mayoría de los taiwaneses está a favor de continuar su estatus independiente de facto y la presidenta Tsai apuntó en un foro en Taipei que las dos partes necesitaban un “nuevo capítulo” en las relaciones y un “nuevo método de interacción”.
A primeros días de noviembre el presidente Donald Trump comenzará una gira por Asia y en su agenda tiene programadas visitas a Japón, Corea del Sur, Vietnam, Filipinas y China, pero excluyó a Taiwán, también conocida como Formosa, que se encuentra frente a las costas de la provincia china de Fujian, separada de esta por el estrecho de Taiwán.
Líderes de la isla han expresado su preocupación de que Trump, que se reunirá con su homólogo Xi Jiping, utilice a Taiwán como moneda de cambio para favorecer y fortalecer sus relaciones con Beijing.
Desde hace 63 años existe un “Acuerdo de Defensa Conjunta” en virtud del cual Estados Unidos tiene bajo su protección a Taiwán, aunque no la reconoce como país.