MÉXICO, 7 de octubre de 2017.- Una familia viviendo al li?mite de la disolucio?n, una disolucio?n evidente pero secreta; conviviendo en una casa que los contiene y los encierra, construyendo espacios personales dentro de los espacios compartidos, cada vez ma?s complejos de conciliar. Una convivencia imposible transitada desde el absurdo devenir de lo cotidiano, donde lo violento se instala como natural y lo pate?tico se ignora por compartido.
Claudio Tolcachir, autor de La Omisión de la Familia Coleman hace mención e hincapié que “el teatro es para todos y tenemos la fe y la certeza de que esta pasión de vocación y oficio que nos envuelve es sanamente contagiosa”.
Sin dudas, el pilar de la casa es la abuela, ella administra el orden de la casa, pero cuando ésta debe ser hospitalizada, los Coleman van como en procesión, todos al hospital. Es más, en cuestión de minutos se adueñan del espacio y hasta fantasean con armarse una vida allí.
De esta manera es que hasta el próximo 12 de noviembre de 2017 se estará presentando La Omisión de la Familia Coleman en el Teatro Milán con funciones los viernes a las 20:45 horas, sábados 19:00 y 21:00 horas y finalmente los domingos a las 18:00 y 20:00 horas.
Sin lugar a dudas en La Omisión de la Familia Coleman veremos a una familia conviviendo cada día con su separación, en donde la misma casa que los contiene también los encierra, y cada Coleman construirá su espacio dentro del espacio compartido. La convivencia se hace cada vez más conflictiva y la violencia cotidiana convive con lo patético de cada uno.