Este lunes dio inicio la Cumbre del Clima de París (COP21), reunión mundial que convoca a representantes de 195 países más la Unión Europea (UE). El ministro peruano del Medio Ambiente, Manuel Pulgar Vidal, inauguró de forma oficial la máxima reunión en la que durante once días se buscará un acuerdo que frene el calentamiento global y sustituya al Protocolo de Kioto de 1997.
Las naciones participantes negociarán un acuerdo que, de acuerdo con el país anfitrión, se pretende que sea “ambicioso” y de cumplimiento obligatorio.
Los participantes en la cumbre guardaron un minuto de silencio durante la sesión de apertura de la misma, a petición del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, por las víctimas del terrorismo, pocos días después de los atentados de la capital francesa y Saint Denis.
Ban Ki-moon afirmó que los delegados allí presentes tienen en sus manos “el futuro de las generaciones venideras”. Dijo también a los más de 150 líderes mundiales y miles de delegados de los países congregados en París: “Estamos en el mismo lugar con un objetivo común, tenemos el poder de cambiar las cosas, elijamos el camino del compromiso, la flexibilidad y el consenso”.
Apeló además a los líderes mundiales a “acelerar” la ambición de los compromisos climáticos presentados para el acuerdo global de cambio climático que se prevé aprobar en París con el fin de lograr que la temperatura del planeta no aumente más de 2 grados a finales de siglo (frente a los 2,7 grados que implicarían las contribuciones actuales).
Por su parte el presidente francés, François Hollande, aseguró durante la apertura de la cumbre del clima de París (COP21) que “nunca antes el mundo había afrontado un desafío tan grande” como “el futuro del planeta, de la vida”.
Hollande también advirtió que en esta conferencia está en juego “la paz”. Pese a agradecer que 190 Estados, “casi totalidad del planeta”, hayan formulado ya planes de acción para reducir sus emisiones, recalcó que todavía queda trabajo por hacer.
A su vez, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró que el mundo se encuentra ante “un punto de inflexión”, que supone “el momento en el que decidimos firmemente salvar nuestro planeta”. Obama, presidente del país que es primera economía mundial y segundo emisor de gases de efecto invernadero, reconoció su papel en el calentamiento global y asumió “su responsabilidad de hacer algo” contra ello.
El mandatario estadunidense recalcó que “somos la primera generación en ver el impacto del cambio climático y la última que puede hacer algo al respecto”.
Por ello, consideró que si todos los países participantes en la cumbre del clima deciden “actuar ahora, no será demasiado tarde para la próxima generación”, y finalizó su intervención con un llamamiento: “Pongámonos a trabajar”.
En su intervención durante la apertura, el presidente chino, Xi Jinping, abogó por que cada país busque una solución que se adapte a sus necesidades, pero alcance un modelo de cooperación en el que todas las partes salgan ganando.
El mandatario defendió que el acuerdo se centre en el fortalecimiento de las acciones globales contra el cambio climático, en las que los países desarrollados respeten sus compromisos de financiación y aquellos en desarrollo aceleren su transición energética.
Según el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, esa realidad responde solo a “la perversa lógica de privatizar los beneficios y socializar las pérdidas. Pero el planeta ya no aguanta más”.
Por ello subrayó la importancia de habilitar un tribunal universal que se encargue de “sancionar los atentados contra los derechos de la naturaleza y establecer las obligaciones en cuanto a deuda ecológica y consumo de bienes ambientales”.