“El trabajo de los periodistas no consiste en pisar las cucarachas,
sino en prender la luz, para que la gente vea
cómo las cucarachas corren a ocultarse.”
Ryszard Kapu?ci?ski
Cuando el crimen mata a un periodista no sólo ciegan la vida de ciudadanos y trabajadores de los medios, sino que silencia una voz que reporta, documenta, denuncia, revela, señala y critica la virtud y el vicio de todas las formas del poder; sea público, político, religioso, empresarial… y de los poderes fácticos, como el poder criminal.
Detrás del secuestro, desaparición, levantón y crimen de periodistas se localiza la complicidad indisoluble de criminales y autoridades, cuya sociedad es condición para el florecimiento del crimen. Es decir, que la complicidad de servidores públicos y criminales sólo es posible en la oscuridad, la opacidad, la desinformación… Para esa sociedad, el periodismo es veneno.
Por eso, cuando levantan, secuestran, desaparecen o matan a un periodista -sea del medio que se trate-, a todos los ciudadanos nos arrebatan bienes, derechos y libertades fundamentales en democracia; como el derecho a estar informados y la libertad de expresión.
¿Por qué matan periodistas? ¿Quién los mata?
Periodistas asesinados en el mundo
El año 2014 fue el más letal para los periodistasen la última década, con 138 asesinatos en el mundo y Siria como el país donde la violencia contra los informadores ha sido la mayor el año pasado, según un documento de la organización Campaña por un Emblema de Prensa.Siria también fue el país donde más periodistasmurieron en 2012 y 2013.
Con esas cifras, la organización actualizó el recuento que publicó a mediados de diciembre, en el que señalaba que los periodistas asesinados eran 128, una diferencia que se debe a que en las últimas dos semanas del año pasado cuatro periodistasmás murieron en circunstancias violentas. Uno en Honduras, uno en Afganistán, uno en Brasil y uno en la República Democrática del Congo.
Además, se tuvo que sumar a cuatro periodistasmuertos en Siria, de acuerdo a los registros del Comité para la Protección de los Periodistas y de la Federación Internacional de Periodistas.
De este modo, los periodistasmuertos en Siria en 2014 fueron diecinueve -en lugar de los trece registrados previamente- y dieciséis en el territorio palestino de Gaza durante la ofensiva militar que Israel lanzó el pasado julio.
Otros doce periodistasmurieron en Pakistán y diez en Irak, parte de los cuales cayeron en el contexto de la ofensiva del grupo extremista Estado Islámico en el norte del país. Sigue en la lista de países más peligroso para la prensa, Ucrania, con nueve periodistasmuertos, de los que cuatro eran rusos.
México se ubica en el sexto lugar de países más peligrosos para los periodistas, con un total de ocho asesinados; seguido de Afganistán (siete), Honduras (seis), Somalia y Brasil (cinco cada uno) y la República Centroafricana (cuatro).
Tres periodistasfueron asesinados en cada uno de los siguientes países: Camboya, Guinea (durante la cobertura de la epidemia del ébola), Paraguay y Filipinas; y dos en Bangladesh, Colombia, República Democrática del Congo, India, Libia, Perú, Turquía y Yemen.
Un periodistafue asesinado, en cada caso, en Birmania, República Dominicana, Egipto, Líbano, Nigeria, Panamá, Rusia, El Salvador y Arabia Saudí. Si se considera el nivel de violencia y asesinatos de periodistasen los últimos cinco años, los países más peligrosos pasan a ser Siria (75), Pakistán (63), México (50), Irak (44) y Somalia (39).
La Campaña por un Emblema de Prensa, que milita por la adopción y reconocimiento internacional de una insignia que proteja a los periodistas de ataques en situaciones de conflicto, ha recopilado informaciones sobre el asesinato de 1,048 periodistasen los nueve años que trabaja en la recogida de esta información.
Periodistas muertos en México
Según el Comité para la Protección de Periodistas, mayoritariamente los ataques a periodistas mexicanos han sido perpetrados por el crimen organizado. Las víctimas de este ambiente de violencia contra la prensa son lo mismo reporteros que fotógrafos, editores, técnicos, administrativos e, incluso, parejas sentimentales e hijos de quienes, desde distintos espacios informativos, venían desarrollando su actividad profesional, que en prácticamente todos los casos estaba centrada en la documentación de casos de corrupción y delincuencia.
Una tercera parte de estos asesinatos fueron perpetrados en Veracruz, ola de violencia que ha caracterizado los años que lleva Javier Duarte como gobernador el estado, y que pone a esta entidad como la más peligrosa del país para desarrollar labores periodísticas.
El reporte del Comité para la Protección de Periodistas, organización de corte internacional que presentó su más reciente actualización en diciembre pasado, señala que, desde 1992, en México han sido asesinados 73 reporteros, fotógrafos y trabajadores de medios. De esos casos, 88% permanece en la impunidad y sólo en 8% se ha logrado esclarecer los crímenes y procesar a los responsables.
El mapa de Freedom House
El mapa Periodistas enRiesgo, elaborado por Freedom House y el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ, por sus siglas en inglés), señala que 13 periodistas han sido asesinados en los últimos dos años, de los cuales seis ocurrieron en el 2014.
El mapa establece que Tamaulipas es el estado en el que se han cometido más homicidios de periodistas, puesto que se reportan tres casos, mientras que Oaxaca y Sinaloa reportan dos asesinatos y lasautoridades de Veracruz, Coahuila, Puebla, Chihuahua, Guerrero y Zacatecas informaron sobre un caso en cada entidad.
El estudio indica que en ocho de los casos reportados durante los últimos dos años, los periodistas fueron secuestrados antes de ser asesinados, lo que revela la falta de eficacia de las autoridades mexicanas para prevenir que los plagios terminen en homicidios.
Los 13 casos de homicidio podrían incrementarse debido a que cuatro periodistas continúan secuestrados, alerta el mapa.
En total, el mapa de Freedom House y del ICFJ reporta 209 agresiones físicas, psicológicas digitales o legales contra periodistas o medios de comunicación y detalla que la mayoría de agresiones físicas se debe a que policías golpean a reporteros durante las coberturas que realizan.
En este tipo de casos las agresiones ocurren durante la cobertura de manifestaciones y la mayoría de ellas son cometidas por policías del Distrito Federal.
De las 46 golpizas que se reportan en el mapa, 27 resultaron en detenciones arbitrarias, mientras que en 11 se presentaron robos, daños o destrucción del equipo de trabajo de los periodistas.
Además se reportan 46 amenazas verbales, telefónicas, escritas o digitales en contra de lo periodistas y en 25 de esos casos, se realizaban una cobertura sobre acciones de a policía o de funcionarios públicos.
Entre las agresiones realizadas de manera digital, el mapa destaca 14 casos, ocurridos principalmente en el Distrito Federal, Veracruz y Tamaulipas, donde se registró negación del servicio, hackeo de sitios web y penetración a las cuentas de correo o de redes sociales ya sea de periodistas o de algún medio de comunicación.
El mapa aclara que los casos documentados se refieren a incidentes que pueden involucrar a uno o más periodistas, puesto que si uno o varios trabajadores de medios de comunicación son golpeados y detenidos de manera arbitraria serán víctimas de agresión física, psicológica, además de acoso legal.
Los nombres y sus circunstancias
Gregorio Jiménez, Veracruz
Luego de publicar distintos trabajos sobre la actividad delictiva en Coatzacoalcos, Veracruz, especialmente sobre el tráfico y secuestro de migrantes, lo mismo en el periódico Notisur que en el diario Liberal del Sur, Gregorio fue raptado por un grupo criminal, cuando se dirigía a su domicilio. Seis días después, el 11 de febrero de 2014, su cuerpo fue encontrado en una fosa clandestina. Las personas detenidas por esta ejecución reconocieron haber recibido 20 mil pesos como pago, por parte de la dueña de un bar usado como casa de seguridad por traficantes de migrantes, caso del cual Gregorio había dado cuenta en sus notas informativas. A pesar de eso, las autoridades de Veracruz aseguraron que este homicidio tuvo su origen en un pleito vecinal.
Alberto López Bello, Oaxaca
El 17 de julio de 2013, Alberto fue atacado en Oaxaca, cuando se encontraba con un informante de la policía, quien también falleció en la agresión. Durante seis años, Alberto había trabajado como reportero de la fuente policiaca para el diario El Imparcial y para la cadena Radiorama, y antes de ser asesinado publicó distintas notas sobre la venta de droga en la capital del estado. Un mes después, la Procuraduría de Oaxaca negó que este asesinato fuese producto de la labor periodística de Alberto, y aseguró que se relacionó con un pleito de cantina, por el cual ya habían sido procesados penalmente cuatro sicarios que reconocieron haber participado en ataques contra dos bares, perpetrados el mismo mes en que ejecutaron a López Bello.
Daniel Alejandro Martínez Bazaldúa, Coahuila
El 24 de abril de 2013, el cuerpo mutilado de Daniel Alejandro, fotorreportero del diario Vanguardia, fue encontrado en una calle de Saltillo, Coahuila. Un día antes se había perdido la pista de él, luego de que partió a cubrir un acto público, al que nunca llegó. Este joven de 22 años tenía sólo un mes como fotorreportero y estaba asignado a la sección de sociales. Según el Comité para la Protección de Periodistas, otros reporteros de sociales han sido blanco de amenazas, por captar imágenes de capos y personajes públicos, durante actos sociales. El asesinato de Daniel Alejandro fue reivindicado por un grupo criminal, mediante un mensaje dejado junto a su cuerpo.
Jaime Guadalupe González Domínguez, Chihuahua
El 3 de marzo de 2013, Jaime Guadalupe fue asesinado por un desconocido, mientras comía en un puesto ambulante en la ciudad fronteriza de Ojinaga, Chihuahua. Jaime era editor del portal informativo Ojinaga Noticias, al que había migrado luego de recibir amenazas por su trabajo reporteril en el semanario Contacto local. El portal Ojinaga Noticias fue cerrado luego del asesinato, “no queremos problemas, realmente siento mucho miedo por lo que pasó”, señaló en su mensaje final un colaborador del sitio web, quien se mantuvo en el anonimato.
Adrián Silva Moreno, Puebla
Reportero freelance para la radio local, especialista en la fuente policiaca. Adrián fue asesinado el 14 de noviembre de 2012, en Tehuacán, mientras investigaba una red dedicada al robo de gasolina a gran escala. Al realizar esta investigación periodística, presenció un enfrentamiento entre militares un grupo delictivo, del cual salió ileso, aunque momentos después fue ejecutado, junto con su acompañante, Misray López González.
Manuel Báez Chino, Veracruz
Víctor Manuel era editor de la información policiaca, en el portal informativo de Milenio-Veracruz, y editaba también el portal Reporteros Policiacos. El 13 de junio de 2012, tres hombres armados secuestraron a Víctor Manuel, cuyo cadáver fue encontrado al día siguiente, cerca de la plaza principal de Xalapa. Junto a su cuerpo, fue hallado un letrero que atribuía la muerte al grupo Los Zetas.
Regina Martínez Pérez, Veracruz
Corresponsal de la revista Proceso en Xalapa, donde publicó reportajes sobre crimen organizado, así como corrupción política y policiaca. Regina fue asesinada el 28 de abril de 2012 y, siete meses después, las autoridades de Veracruz presentaron a un homicida confeso, quien luego denunció haber sido torturado para afirmar que el móvil de la muerte fue el robo; este acusado, recuperó la libertad, tras obtener un amparo de la justicia federal, mientras que las autoridades de Veracruz esgrimieron una nueva hipótesis oficial: que a Regina le quitaron la vida por cuestiones pasionales. Ninguna prueba de eso, sin embargo, fue presentada por el gobierno de Javier Duarte.
Marco Antonio Ávila García, Sonora
Antonio escribía sobre información de seguridad pública para los periódicos El Regional y El Diario de Sonora. Fue secuestrado en Ciudad Obregón, el 17 de mayo de 2012, y encontrado muerto al día siguiente, en una carretera de terracería cercana a Guaymas, distante a 65 kilómetros del punto donde fue raptado. Su cuerpo presentaba huellas de tortura y a su lado se encontró un mensaje del crimen organizado.
A inicios del 2015, los cuerpos de Jazmín Martínez Sánchez, ex reportera de Televisa Tepic, y su esposo, Alejandro Ramírez, fueron encontrados en el municipio de Ixtlán del Río, Nayarit, luego de haber sido víctimas de un secuestro por parte de un grupo delictivo, informó la Fiscalía estatal.
De acuerdo con las primeras investigaciones, el día 31 de diciembre Jazmín Martínez Sánchez y su esposo Alejandro Ramírez Topete viajaban a la ciudad de Guadalajara desde Tepic, cuando su vehículo sufrió una descompostura en el crucero de Jala, donde tres hombres a bordo de una camioneta les ofrecieron ayuda.
Estos tres sujetos los sometieron y llevaron a un predio ubicados a 400 metros del puente Nayar, en el municipio de Ixtlán del Río.
Allí los delincuentes llamaron a familiares para exigir dos millones de pesos, para su rescate. Sin embargo, según la FGE, el 2 de enero pasado, los secuestradores optaron por privar de la vida a la pareja.
Gerardo Bono González | Edición 329