Echando mano de mentiras, Kellyanne Conway, asesora del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió ayer viernes una lluvia de críticas después de que la noche del jueves culpó en una entrevista con la cadena televisiva MSNBC, a dos refugiados iraquíes de una “masacre” que nunca ocurrió para defender el polémico veto migratorio contra siete países de mayoría musulmana.
Conway ha acusado a la prensa de levantar falsos testimonios contra Trump, pero el jueves citó la ficticia “Masacre de Bowling Green”, en Kentucky, para defender la prohibición de entrada de inmigrantes y refugiados de Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Irán y Yemen.
Los dos iraquíes a los que Conway hizo referencia fueron arrestados en 2011, y actualmente cumplen penas de cadena perpetua por delitos de terrorismo federal.
El Departamento de Justicia de EU, que anunció sus penas en 2012, aseguró que “ninguno de los dos fue acusado de conspirar para cometer ataques dentro de Estados Unidos”.
La justicia estadunidense los condenó tras descubrir que, antes de llegar a EU como refugiados, participaron en la construcción de artefactos explosivos en Irak.
