La economía de los Estados Unidos sufrío un incremento del 2.7%, más de lo previsto por el Departamento de Comercio que pronosticó solo el 2%.
De acuerdo a los especialistas el aumento obedece al cremiento en los inventarios y las exportaciones; sin embargo, el consumo de los hogares reporta una caída.
Además un descenso en las inversiones generado por el “precipicio fiscal”, por lo que uguran un fin de año crítico para la economía del país vecino.
Luego de que el presidente Obama, anunciará con antelación, un incremento en los impuestos principalmente en los sectores de mayor ingreso y un recorte en el gasto público, lo que probablemente generaría una recesión.