China y Estados Unidos rechazaron reconocer a Corea del Norte como estado nuclear y se comprometieron a detener cualquier provocación de Pyongynag, pese a las diferencias sobre cómo lograrlo.
“Ninguno de nuestros países aceptará a Corea del Norte como un estado con armas nucleares”, señaló el secretario de Estado, John Kerry, a la prensa en Beijing, tras la conclusión de la reunión estratégica anual entre ambas naciones.
La reunión de dos días, en la cual se trataron una serie de temas de seguridad y económicos, se llevó a cabo en un momento en que Corea del Norte afirmó que tiene mayor capacidad para construir bombas nucleares.
Un político de alto nivel norcoreano cercano al líder Kim Jong-un, visitó la semana pasada China y se reunió con el presidente Xi Jinping.
Ri Su Yong, vicepresidente del Partido de los Trabajadores de Corea, transmitió un mensaje de Kim al presidente chino, en el cual expresó su deseo de desarrollar las relaciones bilaterales y cooperar con China para garantizar la paz y la estabilidad en la región.
Ri, considerado como el principal funcionario de Corea del Norte a cargo de los Asuntos Exteriores, explicó a Xi que el régimen de Kim carece de planes para abandonar su política de desarrollo de armas nucleares.
Mientras que China ha pedido a otros países ser más flexibles y no depender sólo de sanciones al tratar la cuestión de Pyongyang, Estados Unidos sigue renuente a reanudar conversaciones con Corea del Norte si Kim no renuncia a las armas nucleares.
Junto con sus principales aliados, Japón y Corea del Sur, Estados Unidos ha estado a favor de reforzar la presión sobre Corea del Norte hasta que tome medidas concretas para renunciar a su programa nuclear.
El diálogo estratégico y económico anual, iniciado por el presidente estadunidense Barack Obama en 2009, está dirigido a la búsqueda de un consenso común en asuntos espinosos en la relación bilateral.
Sin embargo, el diálogo mostró diferencias entre las dos naciones en lugar de reducirse sobre los principales asuntos políticos, incluyendo la tensión en el Mar del Sur de China, los derechos humanos y la seguridad cibernética.
En el frente económico, funcionarios de ambos países discutieron temas como el tratado bilateral de inversión, las restricciones a las empresas extranjeras y el exceso de capacidad industrial de China, que ha estado afectando a los mercados globales.
Durante el diálogo estratégico, Estados Unidos estuvo representado por Kerry y el secretario del Tesoro Jack Lew, mientras que China por el consejero de Estado, Yang Jiechi, y el viceprimer ministro Wang Yang, quien está a cargo de los asuntos económicos.