El expresidente de Ecuador Rafael Correa opinó este jueves, en entrevista con RT, que el asalto al Capitolio estadounidense por parte de protestantes, puede ser un signo de una nueva etapa para EE.UU., “de grave vulnerabilidad” y “de grave debilidad”.
“Yo sí veo que muestra fragilidad“, insistió el exmandatario, quien consideró que se ha irrespetado la institucionalidad del país norteamericano y lo ocurrido puede denominarse como un golpe de Estado.
“Interrumpir por medio de la violencia la acción de una función del Estado, en este caso la función Legislativa, eso se puede entender como un golpe de Estado”, subrayó.
Señaló en que este hecho causó un daño “inmensamente grande” a los dos pilares de la democracia y el éxito de EE.UU., y que, a su juicio, son “el respeto permanente por el estado de derecho y el amor que tienen por la verdad”.
Este asalto al Capitolio tuvo como objetivo interrumpir el conteo de votos electorales para certificar el triunfo de Joe Biden en los comicios presidenciales de noviembre, e insistir en un fraude en esas elecciones.
“Yo creo que la institucionalidad de EE.UU. va a soportar, va a ser un hecho aislado, pero va a quedar la huella, va a quedar la herida, va a quedar el daño, va a quedar la paralización, va a quedar el odio”, remarcó.
¿Y si hubiese ocurrido en Latinoamérica?
Corea consideró, además, que si lo ocurrido en el Capitlio hubiese pasado en algún país de Latinoamérica, como Venezuela, por ejemplo, “estarían preparando una invasión”.
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