BOLIVIA, (Sputnik), 17 de noviembre de 2020 .- El presidente boliviano, Luis Arce, enfrenta un verdadero desafío después de que el Gobierno de Jeanine Áñez dejara el país económicamente destruido, opina Miriam Amancay Colque, portavoz del movimiento de resistencia Bartolina Sisa en Londres, y analiza la posterior política y prioridades del nuevo mandatario en una entrevista con Sputnik.
“El presidente Arce ha heredado un verdadero desafío después de que el Gobierno golpista dejara el país económicamente destruido con las empresas estatales privatizadas y en bancarrota, junto con una tasa de recesión de -11% y un desempleo triplicado”, comentó la experta, consultada por la agencia.
Según Amancay Colque, las políticas neoliberales provocaron “una gran pobreza, desempleo y desigualdad” en Bolivia.
“El capitalismo no es la respuesta para estas personas, hay que pasar a un sistema que trabaje para el pueblo en lugar de explotarlo, y que apoye a la mayoría en lugar de a unos pocos redistribuyendo la riqueza a los más pobres y marginados”, consideró.
Al comparar al nuevo mandatario con el expresidente de Bolivia Evo Morales, la analista señaló que “aunque Arce es de voz suave, no es muy diferente políticamente“.
Al mismo tiempo, Amancay Colque señaló que “Morales es un líder indígena indiscutible y carismático que ocupa un lugar importante en la historia”, mientras que “Arce es el arquitecto de las milagrosas políticas económicas que transformaron a Bolivia bajo Morales”.
“Las políticas de Arce redujeron la pobreza extrema a la mitad, del 38% al 17%, redujeron la deuda nacional y aumentaron la riqueza en un 5% cada año. Es gracias a Arce que Bolivia ha hecho tantos progresos antes del golpe respaldado por EEUU. También es una persona más pragmática y está bien cualificado para rescatar a la nación del colapso económico y unir a la gente”, aseguró la experta.
Los problemas de mayor tensión que enfrenta ahora Arce son de índole económica y sanitaria. El presidente Arce tendría que implementar medidas para impulsar la economía, observó Amancay Colque.
“Creo que no debería haber pagos de la deuda externa al Fondo Monetario Internacional (FMI) hasta que la economía vuelva a funcionar y el COVID-19 sea suprimido”, opinó.
Al mismo tiempo, impulsaría el consumo interno y apoyo financiero. El pasado 12 de noviembre, el Gobierno boliviano anunció un nuevo bono contra el hambre que se pagará en diciembre a los desempleados mayores de 18 años.
El Gobierno también debería continuar industrializando el gas nacional, el litio y otros recursos, opinó la analista.
“Será necesario aplicar medidas para revertir el daño del Gobierno golpista de Áñez, incluyendo el impulso de la demanda interna, la renacionalización de las empresas estratégicas y el respaldo a las empresas estatales”, dijo Amancay Colque.
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