© AP Photo / Roslyn Ward
EEUU ha perdido al menos tres bombas nucleares que nunca se han encontrado, y los militares han renunciado a buscarlas. En total, se han producido al menos 32 de los llamados accidentes de ‘Broken Arrow’ (Flecha Rota) de las fuerzas estadounidenses desde 1950.
Se califican como incidentes de la llamada Flecha Rota los casos cuando un avión deja caer una bomba nuclear en caso de emergencia o por error, o cuando el avión que la transporta se estrella. Esto ocurría con frecuencia durante la Guerra Fría, cuando los aviones que transportaban municiones nucleares estaban constantemente en el aire.
Por ejemplo, en 1966, un bombardero B-52G que transportaba cuatro bombas termonucleares B28 colisionó en pleno vuelo con un avión cisterna KC-135, provocando la caída al suelo de tres bombas nucleares, una de ellas con una ojiva de 1,1 megatones, en el mar Mediterráneo.
En aquel caso todas las bombas fueron encontradas, pero las Fuerzas Aéreas estadounidenses no siempre tuvieron tanta suerte.
Colisión aérea sobre Tybee Island
En 1958, un caza F-86 colisionó con un bombardero B-47 que transportaba una bomba nuclear Mark 15 de unos 3.450 kg. A continuación, la bomba fue eyectada para evitar que el B-47 se estrellara y la bomba explotara. Cayó en la zona de la ciudad de Tybee Island, cerca de la ciudad estadounidense de Savannah, en el estado de Georgia.
Un bombardero B-47 de la Fuerza Aérea de EEUU
Al final, la bomba fue declarada perdida y sigue yaciendo en algún lugar en una bahía del océano Atlántico en la costa de EEUU.
Accidente del A-4 en el mar de Filipinas
En 1965, un avión de ataque Douglas A-4E Skyhawk de la Marina estadounidense armado con una bomba termonuclear se estrelló frente al portaviones de clase Essex, el USS Ticonderoga. Esto ocurrió cerca de la isla japonesa de Kikai.
Un avión de ataque Douglas A-4E Skyhawk de la Marina estadounidense
Ni el avión, ni el piloto, ni la bomba nuclear fueron encontrados y a día de hoy permanecen en las profundidades del océano. La profundidad en aquella zona es de aproximadamente 4.900 metros.
Accidente en la base aérea de Thule
En 1968, otro bombardero B-52 estadounidense que transportaba cuatro bombas termonucleares B28FI se estrelló. Un incendio en la cabina obligó a la tripulación del avión a abandonarlo antes de poder realizar un aterrizaje de emergencia en la base aérea de Thule.
Un bombardero B-52 estadounidense
Seis de los siete tripulantes se eyectaron sanos y salvos, mientras que el séptimo falleció al intentar abandonar la aeonave. El avión cayó al hielo de Groenlandia de forma incontrolada, lo que provocó la rotura y dispersión de la ojiva nuclear, la zona quedó contaminada radiactivamente. La etapa secundaria de una de las ojivas nunca se encontró.
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