“Se requieren medidas eficaces para eliminar las diferencias entre las personas que conocen su condición de VIH –positivas y las que no”, dijo en rueda de prensa en Ginebra el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé .
Es imperativo que se tomen acciones para reducir la brecha que existe entre “las personas que pueden acceder a servicios y las que no, las personas que reciben protección y aquellas a las que se les castiga”.
“La vida y la muerte no debería depender de la posibilidad de acceder a una prueba de VIH”, sostuvo Sidibé.
El informe sobre Déficits y Deficiencias del Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/Sida señala que cuando las personas conocen su estado serológico positivo solicitan recibir tratamiento que puede salvarles la vida.
En Africa subsahariana, por ejemplo, casi el 90 por ciento de las personas VIH positivas tienen acceso al tratamiento antirretrovírico (TAR).
Además existen investigaciones que demuestran que en esa región el 76 por ciento de personas que reciben TAR ha logrado la supresión vírica, lo que reduce las probabilidades de que transmitan el HIV a su pareja sexual.
El análisis de nuevos datos sostiene, subrayó Sidibé, que por cada incremento del 10 por ciento en la cobertura del tratamiento se produce una disminución del 1.0 por ciento de las nuevas infecciones entre las personas que viven con el VIH.
Destaca que las iniciativas dirigidas a aumentar el acceso al tratamiento antirretrovírico “está logrando buenos resultados”, apuntó.
En 2013 el número de personas con acceso a medicamentos que les permitieron salvar la vida se elevó en potros 2.3 millones.
Con este incremento el número total de personas que recibieron TAR en todo el mundo ascendió a casi 13 millones hacia finales de 2013.
De tomarse medidas efectivas para que las personas que son portadoras y lo desconocen reciban tratamiento “podremos avanzar hacia el fin de la epidemia en 2030, de lo contrario nos estaremos arriesgando a prolongar de manera significativa el tiempo que tardaría”, explicó.
De ponerse fin a la epidemia para 2030, el mundo evitará 18 millones de nuevas infecciones por el VIH y 11.2 millones de muertes relacionadas con el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida) entre 2013 y 2030, indicó.
De acuerdo al informe, en 15 países se acumula el 75 por ciento de los 2.1 millones de nuevas infecciones. Estos son Brasil, Camerún, China, Estados Unidos, Rusia, India, Indonesia, Kenia, Mozambique, Nigeria, Tanzania, Sudáfrica, Uganda, Zambia y Zimbabue.
“Nunca se acabará con el Sida si no se anteponen los intereses de las personas, si no se garantiza que las personas a las que afecta esta epidemia formen parte de un nuevo movimiento”, argumentó Sidibé.
Finalmente, el informe advierte que si los gobiernos y la comunidad internacional no afrontan la situación y si no se lleva a cabo una estrategia eficaz que permita acabar con las deficiencias relacionadas a las personas que no conocen su condición de VIH-positivas, “en cinco años habrá unos 40 millones de personas que no sabrán que están infectadas”.