Voces del Periodista Diario

El ‘impuesto a la riqueza’ que propone Alberto Fernández en Argentina y al que se resiste la oposición (aunque solo alcanza a 9,298 personas)

* La iniciativa, que todavía no ha sido aprobada, prevé ingresos extraordinarios para enfrentar la crisis económica agudizada por la pandemia.

Por Cecilia González

BUENOS AIRES (RT) 08 de octubre de 2020.- El gobierno del presidente Alberto Fernández se encuentra en plena batalla para aprobar la Ley del Aporte Solidario y Extraordinario, a través de la cual las 9,298 personas más ricas del país pagarán un impuesto especial una única vez para paliar el impacto social y económico de la pandemia de coronavirus.

Con esta iniciativa, que ya fue aprobada por mayoría en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, el gobierno estima que recaudará alrededor de 300,000 millones de pesos (unos 3,800 millones de dólares), en un momento en el que la emergencia sanitaria ha empeorado la crisis económica que ya padecía el país desde que Fernández asumió la Presidencia en diciembre pasado.

Uno de los peores indicadores, por ejemplo, es el de la pobreza, que durante el primer semestre de este año creció del 35.4% que dejó el expresidente Mauricio Macri, a un 40.9, pero se prevé que para fines de año superará el 45%.

Aunque el universo de personas que pagarían este impuesto es mínimo en comparación con los 45 millones de habitantes que hay en el país, ya que solo afecta a las grandes fortunas, la oposición se resiste con el argumento de que el gobierno en realidad intenta crear un nuevo impuesto que afectará la producción, las inversiones y que no será extraordinario, sino que se tratará de convertir en permanente.

En el mismo sentido apuntan las críticas de los medios tradicionales y opositores al peronismo que condenan el ‘impuesto solidario’, a pesar de que es un aporte que se discute en todo el mundo y que es recomendado por organismos internacionales en medio de esta crisis que ha afectado la economía a nivel mundial.

La Ley

El gobierno propuso en un principio que el impuesto se aplicara a todas las personas que hubieran declarado una fortuna superior a 200 millones de pesos (unos 2.5 millones de dólares) al 31 de diciembre del año pasado, pero luego aceptó una modificación, por lo que, en caso de aprobarse en el Congreso, la medida regirá a partir de su promulgación.

La Administración Federal de Ingresos Públicos ya calculó que el impuesto alcanzará a 9,298 personas que tendrían que pagar, en promedio, 33 millones de pesos (428,000 dólares) y que la recaudación que se lograría equivaldría al 1.1% del Producto Interno Bruto.

En el proyecto de Ley, además, se establece el destino de los recursos que se obtengan. Así, el 20% será para la compra y/o elaboración de equipamiento médico, elementos de protección, medicamentos, vacunas y productos para la atención de salud en general.

Otro 20%  se destinará a subsidios a las micro, pequeñas y medianas empresas, un 20% más al programa integral de becas para alumnos de escasos recursos, un 15% para el Fondo de Integración Socio Urbana (mejoras habitacionales en barrios populares) y un 25% será para programas de exploración, desarrollo y producción de gas natural.

Boicot

Las resistencias al ‘impuesto a la riqueza’ provocaron esta semana una campaña en contra del Banco Creedicop, una entidad cooperativa dirigida por el diputado oficialista Carlos Heller, quien es uno de los principales impulsores de la iniciativa.

Diversas organizaciones de productores agropecuarios anunciaron el cierre de sus cuentas en ese banco y convocaron al resto de los clientes a hacer lo mismo como represalia por querer cobrar impuestos a las grandes fortunas.

“Solicitamos a nuestros productores y a todos los ciudadanos argentinos que no soportan más la altísima presión impositiva, a cerrar sus cuentas y toda operatoria mantenida con el Banco Credicoop en señal de rechazo a la iniciativa de creación de este nuevo impuesto a la inversión. Agradecemos a los empleados del banco por los servicios dispensados, nos sentimos incómodos en la entidad pero no por ustedes si no por la persona que la preside”, señaló, por ejemplo, la Asociación Civil de Productores Agrícolas y Ganaderos del Norte.

En el mismo sentido, la Sociedad Rural de Las Flores advirtió que los productores estaban cansados de que Heller aliente “sistemáticamente” medidas que afectan de modo directo y desfavorable al sector agropecuario.

“Estamos en lucha por pertenecer al mundo libre y evitar caer en las garras del castrochavismo y el Foro de San Pablo que Heller promueve”, añadió en un tono extremo la Red Nacional de Productores Autoconvocados, que se dijeron agotados de que el gobierno aplique tantos impuestos.

El vicepresidente de la Unión Industrial Argentina, Daniel Funes de Rioja, ya había desatado una polémica al asegurar en una entrevista radial que 200 millones de pesos no era una “gran fortuna”, sino apenas “un poco más que el promedio”. Se quejó, además, de que el gobierno estaba “estigmatizando” a los ricos que, según él, no lo son tanto.

“¿Cómo puede ser que los trabajadores que están de licencia hace seis meses en su casa cobren el 100% de su salario?”, se quejó.

La defensa

Desde que impulsó el proyecto, el presidente aseguró que se aplicará una única vez y que no se trata de un impuesto, sino de una contribución que apela a la solidaridas de los sectores más ricos en un momento de emergencia.

También recordó que este mismo tipo de aporte se ha discutido en países como Alemania, por lo que no se entiende que en Argentina sea tan resistido a pesar de que solo impactará en menos de 10,000 personas sobre una población de 44 millones.

“La responsabilidad y el compromiso social debería obligarlos a entender que la contribución hace falta, tiene fines específicos, estará destinado a los sectores más pobres, y al sector productivo, a la pequeña y mediana empresa”, dijo.

Otro de los principales impulsores del proyecto, el diputado Máximo Kirchner, agregó que el aporte extraordinario es una herramienta para acompañar al Gobierno nacional, en consonancia con todas las medidas que se vienen tomando para que la Argentina pueda salir adelante”.

“Es la plataforma para que podamos discutir una reforma tributaria que la sociedad argentina claramente necesita. No es un proyecto en contra de ningún argentino ni ninguna argentina, sino a favor del conjunto”, aseguró, adelantando el tono del debate que se llevará a cabo en las próximas semanas en la Cámara de Diputados.

VP/Internacional/EZ

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