Voces del Periodista Diario

El triunfo electoral de Erdogan golpea al globalismo unipolar

 

Por Diego Pappalardo

El Presidente, Recep Tayyip Erdogan, al escrutarse el 98,38% de la totalidad de los votos, consolidó su carácter popular al ganar, este 14 de mayo, la primera vuelta de las elecciones presidenciales, obteniendo el 49,34% de los votos emitidos.

Por su parte, la coalición rival retadora – cuya fuerza gravitatoria son los conectores elitistas del globalismo occidentalista- consiguió el 45,00% de los sufragios válidos. (Una diferencia de más de dos millones trescientos mil votos a favor de Erdogan).

Este proceso electoral, frenético y duro, tendrá su segunda vuelta el 28 de mayo, con una Alianza Popular (Cumhur Ittifaki) cuya Jefatura política principal recae en la persona de Erdogan, que promete mantener la iniciativa política y el «Fuego de la Victoria».

En la competencia por el parlamento nacional, Alianza Popular (Cumhur Ittifaki) cosechó 322 escaños, mientras que la plataforma Alianza Nacional  (Millet Ittifaki ) logró 212 escaños,.

 

 

En términos electorales comparativos, respecto de las anteriores elecciones de 2018, Alianza Popular (Cumhur Ittifaki) retuvo su escala numérica de votantes, aunque la oposición -esta vez, mejor organizada que en 2018- sumó más apoyo de la mano del crecimiento cuantitativo de  la población habilitada para emitir su voto y la apelación comunicacional de la narrativa centrada en las ideas, valores y expectativas de una modernidad liberal vinculada, en la realidad objetiva, con las variables culturales, políticas, financieras y geopolíticas de los motores de la civilización anglo-norteamericana.

Otra hecho que dejó la compulsa de la primera vuelta, es el desacierto en los pronósticos de la gran mayoría de las empresas encuestadoras. Al igual que sucedió en otros países, en Turquía las vectores empresariales de la encuestología dieron la nota debido a la falla en la aplicación de la metodología científica… o en la ausencia clara de la ética profesional.

Este primer triunfo de Erdogan y sus aliados/socios, en esta «guerra comicial 2023», constituye un golpe elocuente contra las ambiciones de todas aquellas maquinarias supranacionales, como las defendidas por The Economist, las que endosaron su respaldo por el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu /Alianza Nacional (Millet Ittifaki).

El 28 de mayo, con la revalidación de la victoria de Erdogan, Turquía continuará en su camino de transformación estructural y de amplitud geoestratégica con un pulso y trazado soberanistas, con el claro objetivo de convertirse en un centro mundial, sin ideología liberal y sin parámetros progresistas globocraticos.

Pero si llegase a ocurrir  un «triunfo electoral amañado» contra Erdogan, Turquía regresaría a su derrotero poskemalista y atlantista, tornándose sistemáticamente en un objeto geopolítico con el traslado ineludible, en las relaciones internacionales, de consecuencias desfavorables para la contra-hegemonía policentrista.

Independientemente de las coyunturas electorales, está naciendo «El Siglo de Turquía», con la «supresión influyente» de George Soros y el aceramiento de la voluntad nacional.

Articulos relacionados

Uruguay niega que COVID-19 detectado en China en empaque de carne haya salido del país

Redacción Voces del Periodista

Ni un paciente con síntomas de envenenamiento: Médicos de Duma

Redacción Voces del Periodista

El INE y las elecciones 2021