Voces del Periodista Diario

Escándalo sexual distrae la campaña de Hillary Clinton

Anthony Weiner, ex congresista federal, ex candidato a la alcaldía de Nueva York y esposo de Huma Abedin, la asesora más cercana de Clinton, regresó a su juego perverso de intercambiar imágenes de él en calzones, por Internet, resaltando su bulto, con mujeres a las que no conoce personalmente.
El hecho, en el que el exhibicionista que se hace llamar en las redes como Carlos Danger, provocó una considerable distracción, poco bienvenida para la candidata presidencial Hillary Clinton, que pretendía gozar de unos días con una ventaja consolidada en las encuestas sin tener que responder a un escándalo más.
En esta tercera ocasión (de las que se conocen públicamente), Weiner intercambió imágenes y textos del año pasado con una mujer no identificada, que incluye una foto de él en calzones con su hijo de 5 años dormido a su lado.
Hoy, Abedin, quien ha trabajado con Clinton durante 20 años en varias funciones, incluido el Departamento de Estado, y con la Fundacion Clinton, y quien ahora es vicepresidenta de la campaña presidencial, emitió un comunicado. Después de larga y penosa consideración y trabajo sobre mi matrimonio, he tomado la decisión de separarme de mi esposo”, y concluyó pidiendo respeto a “nuestra privacidad”.
Eso no ocurrirá, ya que esta pareja no sólo ha vivido en el ámbito público durante casi toda su vida adulta, sino que un documental estrenado en mayo sobre la campaña de Weiner para la alcaldía de Nueva York en 2013, en lo que se pensaba sería una historia de la resucitación del político, pero que culmina con el desastre provocado por la segunda revelación de que Weiner seguía con su curioso juego sexual cibernético con por lo menos tres mujeres, podría ganar premios por mejor documental este año.
En esta segunda ocasión, Weiner había adoptado el seudónimo Carlos Danger (danger significa peligro).
Weiner había renunciado como representante federal en 2011, después de las primeras revelaciones de que había enviado imágenes provocativas de él a mujeres en las redes sociales. Fue el primer escándalo sexual que destruyó a un político en el que jamás hubo contacto físico; todo fue cibernético.
En esta ocasión, todo estalló cuando el New York Post –tabloide propiedad del magnate conservador Rupert Murdoch– se comunicó con Weiner el domingo para notificarle lo que estaban a punto de publicar hoy en la portada y pedirle sus comentarios. Weiner estaba con Abedin y su hijo en la exclusiva zona de los Hampton, en Long Island, Nueva York, y es ahí –según versiones en los medios– donde su esposa se enteró de esta tercera ronda. Poco después, Weiner cerró su cuenta de Twitter.
En un instante el asunto se volvió la principal noticia política del día, superando cualquier debate entre los aspirantes a la Casa Blanca en temas como las guerras en Medio Oriente, el cambio climático, la inmigración, educación, salud y cómo controlar los excesos de Wall Street.
Donald Trump, candidato presidencial republicano, no titubeó en usar el escándalo. “Huma está tomando una decisión muy sabia. Conozco bien a Anthony Weiner, y ella estará mucho mejor sin él”, afirmó en una declaración. Pero también aseguró que esto podría tener implicaciones para la seguridad nacional: “sólo me preocupa para el país que Hillary Clinton fue descuidada y negligente en permitir que Weiner tuviera una proximidad tan cercana a información altamente clasificada”, indicó, al preguntar quién sabe lo que compartió Abedin con su esposo. “Es posible que nuestro país y su seguridad hayan sido gravemente perjudicados por esto, concluyó.
(Nota de David Brooks para La Jornada)

Articulos relacionados

Detienen en Francia a joven que planeaba atentar contra Macron

Rusia reorientará a reconocimiento los aviones que usó en el marco de Cielos Abiertos

Redacción Voces del Periodista

Infantería de Marina recibe adiestramiento para apoyar a población

Redacción Voces del Periodista