WASHINGTON (Notimex) 30 de julio de 2018.- La Casa Blanca responsabilizó hoy al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, por la actuación de los grupos parapoliciacos acusados de ser responsables de la violencia, que ha dejado unos 350 muertos.
La administración del presidente Donald Trump condenó a la vez la persistente violencia que vive esa nación centroamericana desde el pasado 18 de abril, así como las violaciones de derechos humanos que han sido documentados por organismo hemisféricos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
“Los nicaragüenses han tomado las calles para pedir reformas democráticas y estas semanas han tenido como respuesta una violencia indiscriminada, con más de 350 muertos, miles de heridos y cientos de ciudadanos acusados falsamente de ‘golpistas’, que han sido enviados a prisión, toturados o han desaparecido”, dijo la vocera presidencial, Sarah Sanders.
En un comunicado, señaló que para el gobierno de Estados Unidos, “el presidente Ortega y la vicepresidenta Murillo son últimamente los responsables de los grupos parapoliciacos pro gobierno, que han golpeado a su propia gente”.
Apuntó que la solución a la crisis actual está en la celebración de elecciones “libres, justas y transparentes”, a la vez que dio su apoyo a un proceso de diálogo mediado por la Iglesia católica.
Recordó que su gobierno ha dado pasos para afrontar la situación, incluyendo la revocación de visas para algunos funcionarios responsables de la violencia, así como la imposición de sanciones financieras contra otros, bajo sospecha de corrupción. “Esto es el principio, no el final de potenciales sanciones”.
La vocera dio a conocer que la administración Trump pudo lograr la devolución de vehículos donados a la Policía Nacional de Nicaragua, los cuales han sido utilizados para reprimir manifestaciones pacíficas, además de suspender futuras ventas y donaciones de equipo.
Sanders dio a conocer que el gobierno destinará 1.5 millones de dólares destinados a tareas de apoyo a la libertad y la democracia en Nicaragua, por parte de organizaciones de la sociedad civil.
“Nos estamos involucrando con socios regionales para emitir una declaración de apoyo al pueblo de Nicaragua en la Organización de los Estados Americanos (OEA), condenando la violencia y apoyando el trabajo de la CIDH para investigar la violencia y promover elecciones anticipadas”, puntulizó.
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