En la actualidad, tienen lugar combates en áreas específicas de la provincia de Damasco Campo, e intentos desesperados por parte de los insurgentes de obtener cualquier avance en otras partes del país. Sin embargo, la vida transcurre normal en la capital, aseguró el ministro de Información, Omran al-Zoabi.en entrevista con el canal libanés Al-Manar.
Dichos grupos están integrados por extremistas takfiríes (que declaran a los otros musulmanes herejes), cuyas acciones han llegado a un punto que hasta EEUU ha decidido colocar al Frente de al-Nusra, filial de la red Al Qaeda que opera en Siria, en la lista de organizaciones terroristas, apuntó.
El alto funcionario enfatizó que los opositores detonan coches bomba en los barrios residenciales, cerca de escuelas y mezquitas, lanzan obuses y proyectiles de morteros contra edificios a fin de provocar pánico en la gente y alterar a las fuerzas armadas y de seguridad.
Ellos pretenden enviar un mensaje al exterior de que pueden hacer lo que quieran y en el momento que quieran, lo cual significa que los ataques terroristas forman parte de su política mediática y militar, precisó el ministro.
Él atribuyó la salida de algunos embajadores del país a una campaña de propaganda e intimidación contra los diplomáticos, a quienes los insurgentes amenazaron hace un mes y les exigieron abandonar el territorio.
Las circunstancias son complejas, pero el Estado sirio mantiene la capacidad para proteger las sedes diplomáticas y trabaja para establecer un clima de normalidad, precisó.
El ministro subrayó asimismo que las frecuentes declaraciones norteamericanas y europeas sobre la presunta tenencia y utilización de armas químicas por parte del gobierno sirio, responden a la decepción de esos países occidentales por la incapacidad de los rebeldes de alcanzar progreso reales sobre el terreno en su lucha por derrocar al Ejecutivo.
Siria no tiene armas prohibidas internacionalmente, sean químicas, nucleares o biológicas, y si las tuviera tampoco las utilizaría por razones éticas, afirmó.
A juicio de al-Zoabi, Washington se sentó a la mesa con Moscú cuando vio que su proyecto contra Siria se venía abajo.
Es positivo que ambas partes dialoguen en busca de una solución siempre y cuando se basen en el respeto a la soberanía nacional y la legitimidad del sistema político en Siria, recalcó.
Si eso abre las puertas a un proceso político que apoye el diálogo nacional y hace que algunas potencias occidentales y países árabes se abstengan de incitar y apoyar los actos de sabotaje y asesinato cometidos por los mercenarios que entraron al país, será bienvenido, subrayó.
Por último, al-Zoabi criticó las posiciones del gobierno de Turquía al cual acusó de violar de manera abierta y flagrante los compromisos internacionales relativos a la cooperación en la lucha contra el terrorismo, al apoyar a los grupos terroristas que cruzan por la frontera hacia Siria.